lunes, 24 de junio de 2019

Crónica del concierto de Jolly Joker en Valencia

Jolly Joker + Frequency + Rockbender + Systemia
25/05/2019
Sala 16 Toneladas, Valencia

Que una banda cumpla 10 años de existencia siempre es motivo de celebración, pero si encima hablamos de una banda luchadora y de calidad indiscutible como son Jolly Joker entonces la celebración es mayor. La banda quiso festejar su décimo aniversario en su casa, en Valencia, rodeados de su gente y en una sala que les ha visto un buen puñado de veces actuar allí. El éxito estaba asegurado y ni siquiera el todopoderoso fútbol (ese mismo día el Valencia disputó y ganó la final de la Copa del Rey) pudo hacer sombra al rock and roll.

La fiesta era todavía mayor ya que se celebraba la semifinal del concurso Forjando Leyendas, donde una de las 3 bandas seleccionadas acudirá a la final en Madrid, estando a un paso de actuar en el prestigioso Leyendas del Rock, evento que es una referencia y que Jolly Joker tuvieron el placer de actuar el pasado año.



Así pues fueron las 3 bandas quienes abrieron la tarde y con aproximadamente media hora de tiempo, cada una tuvo la oportunidad de demostrar su potencial en directo. Comenzaron los valencianos Systemia, quienes practican un metal progresivo de mucha calidad y donde naturalmente la experiencia y el bagaje de los músicos es incuestionable. Contaban con la baza de tener como vocalista a José Broseta, cantante de Opera Magna quien ya figura como uno de los mejores vocalistas nacionales.



La banda cuenta con 2 trabajos editados y tocaron algunos de los temas que figuran en los mismos. Quizás el sonido no jugó a su favor, ya que la voz a veces estaba por debajo de los instrumentos y costaba entender lo que cantaba pero lo suplieron con una técnica y una maestría admirable. Pese al poco tiempo, supieron ganarse el interés de un público que poco a poco accedía a la sala, siendo ovacionados al final de su concierto habiendo hecho un trabajo más que notable.



Llegaba el turno de los también locales Rockbender, quienes supieron aprovechar el tiempo que les daban para convertir la 16 Toneladas en una fiesta. En varias ocasiones he visto como los clasifican o los etiquetan como los Airbourne españoles y creo que es un título que los define a la perfección. Hard rock festivo y macarra, con toques a AC/DC y los mencionados Airbourne pero también con un aroma a Mötley Crüe por poner algunos ejemplos.



Salieron desde el primer segundo dispuestos a comerse al público, sin parar de moverse por el escenario, incluso el vocalista Belo se mezcló con el público y cargó a hombros con el guitarrista Alberto para que se hiciera un solo de guitarra encima de la barra... toda una muestra de la chulería y del espectáculo que ofrecieron. Con un único álbum en el mercado, supieron sacar lo mejor de él con temas como La Reina del Rock N' Roll, Llena Mi Jarra, Sube El Volumen e incluso presentaron un tema nuevo en exclusiva.



Con el público entregado el cual coreaba los estribillos, la banda dio por finalizada su actuación demostrando sus tablas y su show el cual dejó un buen sabor de boca entre los presentes.



Llegaba el turno de Frequency, banda asentada en Albacete y que era los únicos que no jugaban en casa, pero aprovecharon que la sala ya estaba empezando a llenarse para desplegar su potencial sonoro. Tras el metal progresivo de Systemia y el hard rock de Rockbender, ahora tocaba un poco de death metal melódico, muy al estilo de los primeros In Flames.



Fue el vocalista Victor quien no paró de dirigirse al público y de presentar los temas, ganándose la aprobación de muchos de los asistentes y consiguiendo que moviéramos las cabezas con su propuesta, más extrema pero elaborada, con muy buenos pasajes instrumentales y una puesta en escena donde se notaba la experiencia de la formación.



Cuando las bandas terminaron de actuar se procedió a las votaciones del público y finalmente, tras unanimidad de los asistentes y del jurado, Rockbender salieron ganadores y serán los encargados de actuar en la final de Madrid y a los que deseamos toda la suerte del mundo.



Llegaba el plato fuerte de la noche y Jolly Joker prometieron un show lleno de colaboraciones de antiguos miembros de la banda, pero para nuestra sorpresa, la banda salió al escenario con su primera formación: Andy al bajo, Kikstarter a la batería, Yannick y Lazy Lane. Y sin más miramientos comenzaron la descarga con Damage, el tema que abre su primer trabajo Sex, Booze & Tattoos. Toda una sorpresa que fue más que bien recibida por una sala a reventar que comenzó a saltar y cantar.



She Starts siguió con el repaso al primer álbum. La cara de felicidad de los 4 miembros al verse tocando juntos nuevamente contagiaba a un público que o hacía muchísimo tiempo que veía esa formación en directo o que directamente era la primera vez que la presenciaba. Givin' It Up y el ya himno del grupo Fuck It All pusieron de patas arriba la sala que pese al calor no daba tregua. Como remate a esta primera parte del show, nos regalaron la versión de L.A Guns Rip & Tear, donde tuvieron un recuerdo para Eddie, guitarrista de la banda en su primera etapa que no pudo estar esa noche. Pese a ello, todo un privilegio poder ver de nuevo en el escenario a los Jolly Joker originales o la Mark I si emulamos las alineaciones de Deep Purple.




En el segundo bloque del concierto, aparecía Rafa, actualmente guitarrista de Capitán Booster (banda que recomiendo a todo el mundo) quien también formó parte de Jolly Joker y junto a él se unieron Luke y Alex, los miembros actuales de la banda, todos recibidos con ovaciones. Llegaba así el momento de recordar su segundo y gran álbum Here Comes The Jokers! con temazos como Perfect Life (la cual nunca falla en directo) o Full Of Beans que se ha ganado por derecho propio ser uno de los himnos de la banda valenciana.



A estas alturas del concierto Lazy Lane ya tenía a todos y cada uno de nosotros en el bolsillo gracias a su presencia, su actitud y su desparpajo en el escenario, repartiendo tragos de Jack Daniel's entre las primeras filas y haciendo que todos cantáramos con él mientras que Yannick iba disparando riffs a diestro y siniestro, con esa sonrisa que le caracteriza. Aprovecharon el momento para tocar por primera vez en directo Way Back Home, más melódica y calmada pero que funcionó a las mil maravillas y que espero que repitan en futuras ocasiones.



La segunda versión de la noche fue Who Will Save Rock And Roll de The Dictators, sacando a relucir la vena punk de Jolly Joker y que sinceramente me pareció una cover de lo más acertada y resultona. Con ella despedían a Rafa, quedándose sobre el escenario la formación actual y que como era de esperar, comenzaban a repasar el tercer y hasta la fecha último disco de la banda, Never Say Forever el cual ese mismo día podía comprarse en vinilo en una edición impresionante.



I Am Rock N' Roll me pareció desde su primera escucha un himno y fue recibido como tal, siendo otro tema ya inamovible en sus repertorios y que todos cantamos entusiastas. Sidewalks y Hey You del anterior plástico tampoco faltaron en una noche donde el repaso a su discografía era intenso y no podían dejarse nada en la recámara.



Stay Behind, la macarra Nasty Habbits o su single I Believe sirvieron para remarcar su tercer trabajo el cual sigue cosechando tantas y tan buenas críticas, demostrando lo mucho que está creciendo Jolly Joker en popularidad y calidad.



Tocaba lucirse con otra versión y en este caso los elegidos fueron Mötley Crüe de quienes tocaron el tema Don't Go Away Mad (Just Go Away) que les queda como anillo al dedo. No tardaron en contraatacar con más piezas clásicas como Sucker o la rockera Set My Soul On Fire, donde contaron con la colaboración de Pau Monteagudo (Uzzuaïa) cuya voz encaja perfectamente con la canción que desprende esos aromas a The Cult que tan bien sientan a la banda.



La última sorpresa llegaba con la incorporación del teclista Frank Suz, con el que tocaron canciones como I Wanna Go (qué bien suena con teclados!) o el que es otro himno de la formación como  Rockin In Stereo y que sirvió como traca final junto a Dressed To Kill, donde se desató la locura y algunas chicas subieron al escenario como ya viene siendo tradición en sus conciertos.



La banda se despedía bajo el clamor de un público satisfecho y entregado tras dos horas de puro hard rock y sleazy, pero todavía quedaba un último cartucho y segundos más tarde reaparecían todos los participantes del concierto, ex miembros y colaboradores para tocar todos juntos Lit Up de Buckcherry con el que esta vez sí, ponían el punto final a un show perfecto, con el que celebraron 10 años de sexo, alcohol y tatuajes. Tenemos la inmensa suerte de contar con una banda como ellos, única en este país y que se merecen comerse el mundo y celebrar más décadas.

Texto: Alapont
Fotos: Pedro J. Delgado

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