Cuando una banda como Motörhead, con casi 40 años en activo sacan su disco número 21 poco se puede decir sin caer en tópicos y repeticiones. Estamos ante una de las bandas de rock más importantes de la historia. Leyendas vivas que han influenciado a bandas de rock, heavy, punk, thrash... por lo que hablar de su nuevo álbum es hablar del rock and roll en su máxima expresión. Para mí, junto con AC/DC, son las dos bandas que mejor expresan la actitud y la forma de vida del rock. Muchos nos asustamos cuando se anunció que Lemmy andaba mal de salud y el hecho de que le hayan colocado un marcapasos y aplazaran su gira europea hizo que saltaran todas las alarmas. Su breve y preocupante concierto en la pasada edición del Wacken y más tarde descubrir que está aparcando sus vicios y excesos para cuidarse ha hecho que muchos dejemos de verle como un ser indestructible al que ni el paso del tiempo, ni sus múltiples excesos ni décadas en la carretera le habían causado mella alguna... hasta este año. Sin embargo su nuevo trabajo Aftershock demuestra una vez más que Lemmy vive por y para el rock y que simplemente está reuniendo fuerzas para volver más fuerte que nunca y callar bocas y patear culos como siempre ha hecho. Ya se han anunciado nuevas fechas europeas y el álbum está en las tiendas, así que por ahora los seguidores y admiradores de Lemmy podemos respirar tranquilos.
Aftershock, además de tener un nombre adecuado a la situación que ha vivido la banda, nos presenta una portada que aunque no llega al nivel de las de los álbumes más emblemáticos, muestran al eterno Snaggletooth presidiendo el trabajo donde encontramos 14 temas que Lemmy ha disparado con su Rickenbacker acompañado de los asesinos y contundentes riffs escupidos por la guitarra de Phil Campbell y el siempre veloz e imparable Mikkey Dee que no da tregua con el doble bombo. Vamos, un álbum de Motörhead que no va a descubrirnos nada nuevo, pero ni falta que nos hace, rock en mayúsculas que se disfruta con una buena cerveza y el volumen al máximo, sea en el formato que sea.
Heartbreaker es el primer corte de Aftershock y que ya nos muestra a los Motörhead más directos y agresivos. Un tema que ya se perfila como un nuevo clásico de la banda. Le sigue Coupe De Grace, igual de rabiosa y acelerada que consigue mantener el listón bien alto. Tampoco faltan cortes con tintes blues como el caso de Lost Woman Blues, donde Lemmy emplea un registro vocal más limpio y melancólico al que nos tiene menos acostumbrados para marcarse un tema donde no falta el sonido sucio de Motörhead combinado con ritmos más lentos pero hipnóticos para en el tramo final acelerarse con un cambio de ritmo. Una de las mejores piezas del disco. End Of Time vuelve a sacudirnos fuerte para que no olvidemos que estamos escuchando un disco de Motörhead, con un riff de guitarra que roza el speed metal y nos trae la faceta más heavy del grupo. Desde luego con esta canción consiguen callar la boca de todo aquel que se atreviera a decir que Motörhead estaban acabados. Tampoco podían faltar las composiciones 100% rockeras como es el caso de Do You Believe, que de forma inevitable nos hace mover los pies. Desde luego todo un regalo para los amantes de la faceta más rockera de Lemmy y sus huestes. Death Machine es un medio tiempo más denso, pesado y machacón donde el bajo golpea sin piedad dominando la canción mientras que Phil Campbell se luce a la guitarra con sus punteos y solos.
Volvemos a encontrarnos con la cara más blues de Motörhead con Dust And Glass. En este caso menos pegadiza que Lost Woman Blues, más lenta y monótona pero con algunas partes muy buenas. Rápidamente Going To Mexico nos devuelve al rock con un ritmo y título que es inevitable que nos acordemos del tema Going To Brazil, del ya lejano álbum 1916. A partir de aquí nos topamos con medios tiempos más densos y machacones como Silence When You Speak To Me o Crying Shame, donde encontramos partes con piano y unos punteos de guitarra muy buenos. Queen Of The Damned pisa el acelerador para sacarnos de los medios tiempos y volvernos a inyectar adrenalina y afrontar la parte final del álbum con Knife, el tema más macarra de Aftershock aunque musicalmente poco inspirado. Keep Your Powder Dry vuelve a sacar la vena rockera del trío aunque con menos fuerza que las anteriores para terminar con Paralyzed, el as que se guardaban en la manga para abofetearnos una vez más y dejarnos KO. La batería de Mikkey Dee suena más bestia que nunca y Lemmy nos muerde cantando otro tema con el que deja bien claro que no ha dicho su última palabra y tiene guerra para rato.
Aftershock es por lo tanto uno de los mejores álbumes que han grabado en estos últimos años donde combinan su agresividad y velocidad con cortes más blues y rockeros. Desde luego a Lemmy le queda todavía mucho por decir, con discos así le queremos más que nunca encima de un escenario, armado con sus botas, su Rickenbackery diciendo su mítico "We are Motörhead and we play rock and roll"
Larga vida a Lemmy. Larga vida a Motörhead.
Discográfica: UDR Music
Tracklist
1. Heartbreaker
2. Coup de Grace
3. Lost Woman Blues
4. End Of Time
5. Do You Believe
6. Death Machine
7. Dust And Glass
8. Going To Mexico
9. Silence When You Speak To Me
10. Crying Shame
11. Queen Of The Damned
12. Knife
13. Keep Your Powder Dry
14. Paralyzed
2. Coup de Grace
3. Lost Woman Blues
4. End Of Time
5. Do You Believe
6. Death Machine
7. Dust And Glass
8. Going To Mexico
9. Silence When You Speak To Me
10. Crying Shame
11. Queen Of The Damned
12. Knife
13. Keep Your Powder Dry
14. Paralyzed
Nota: 8.5/10
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