martes, 17 de marzo de 2020

H.E.A.T - II



Los suecos H.E.A.T andan de vuelta. Una de las mejores bandas de hard rock melódico de los últimos años publican su nuevo trabajo II, que supone una vuelta a su sonido más tradicional tras aquel decepcionante Into The Great Unknow donde quisieron experimentar y el resultado no agradó en general a sus seguidores.

Ahora, con más atino y sabiendo lo que se espera de ellos, la banda ha vuelto al lugar que le corresponde, editando un álbum de muy buena calidad, pegadizo, con melodías adictivas y con esa energía arrolladora mezclada con el sonido que bebe del AOR y el rock melódico de los 80 pero sonando actual.

Rock Your Body abre el disco abre con fuerza, con esos teclados ochenteros y el primero de los muchos riffs de guitarra que van a quedarse en nuestra cabeza grabado. La pegada de Crash a la batería sigue siendo una de las bazas de H.E.A.T y cómo no, la sobresaliente voz de Erik Grönwall: elegante, efectiva, personal y única que hizo desde aquel grandioso Adress The Nation que la banda despegara y alcanzara la popularidad. La única pega que le pongo a esta canción es su estribillo, el cual podría encajar tranquilamente en cualquier tema de una boy band de los 90, demasiado popero y simple, por lo demás un tema que nos avanza que H.E.A.T están de vuelta.

Dangerous Ground tiene todo lo que uno espera encontrar en un single de los suecos, guitarras melódicas pero duras, Grönwall en estado puro, base rítmica dominando la situación, un puente que va atrapando al oyente y (ahora sí) un estribillo adictivo que se queda grabado en tu cabeza para no salir durante días. Tampoco falta un buen solo de guitarra para añadir la guinda a un corte efectivo que desde la primera escucha ya se convierte en un éxito.

Come Clean es uno de esos temas que cuanto más escuchas más gusta. Teclados más protagonistas y un estribillo que es puro AOR de los ochenta donde en todo momento la batería otorga esa fuerza que hace que la canción a pesar de su composición melódica no decaiga en ningún momento. La facilidad que tienen H.E.A.T para componer hits es asombrosa.

Victory es otra pieza que desde el primer segundo suena a himno. Las guitarras se tornan más duras mientras que el teclado juega con diferentes melodías. Grönwall saca las garras para cantar con más fiereza y llega el estribillo, apoyado con coros que harán que en directo la canción sea un clamor. Aquí el teclado es el encargado de hacer el solo con un Jona Tee en estado de gracia.

We Are Gods es una demostración de melodía y poderío vocal. Estamos ante un corte más calmado, un medio tiempo vacilón donde una vez más la batería y las líneas de bajo de Jimmy Jay son las que impregnan de fuerza el tema mientras Erik hace alarde de sus registros vocales. No hay que pasar por alto el solo de guitarra, de los mejores del disco. Dave Dalone regresó al seno de la banda en el pasado álbum y se nota su toque en cada canción, ejecutando unos solos excelentes.

Adrenaline ya nos invita a tararear la canción con los coros iniciales en un tema que es radio fórmula total, con ese estribillo que me recuerda a Bon Jovi en sus inicios, siendo una canción más ligera y comercial pero con garra, donde una vez más vamos a estar con el estribillo pegado en nuestra cabeza por mucho tiempo.

One By One es otro de los bombazos del álbum. Otra mirada al hard rock melódico de los 80, recordando a Survivor, con guitarras más pesadas, teclados discretos pero efectivos y para variar un estribillo fuerte, efectivo, coreable y adictivo. H.E.A.T en estado puro. Nuevamente toca alabar el trabajo de un Erik Grönwall en estado de gracia.

Llegamos a la balada de rigor del álbum, Nothing To Say, donde los suecos demuestran que también dominan este tipo de composiciones. Teclados en abundancia que recuerdan a los primeros Europe, guitarras acústicas y en general una atmósfera más calmada envuelta en el feeling que transmite el vocalista donde por enésima vez clava la interpretación.

Tras la balada, el medio tiempo Heaven Must Have Won An Angel continúa con la fórmula de teclados melódicos y cristalinos, guitarras limpias y base rítmica machacona que poco a poco va ganando fuerza para brindarnos un corte melódico disfrutable, menos pegadizo que los anteriores pero igual de bueno que con cada escucha convence más.

Under The Gun nos vuelve a traer un hard rock más movido y enérgico, con la pegada de batería de Crash (menudo trabajo el suyo en este disco) y esa combinación de guitarras y teclado que van repartiéndose la tarea.

Para finalizar tenemos el que es para mí la mejor canción del disco, la cual se la dejan como última bala para cerrar el álbum de manera magistral. Rise es un tema que está destinado a ser uno de los himnos de la formación. Es pura garra, optimista, dura y motivadora al 100% que va in crecendo hasta regalarnos un estribillo que es simple pero efectivo, con esos coros que repiten el título de la canción hasta que de forma involuntaria terminamos entonándolo también. No falta un solo de guitarra poderoso y un Erik que va en cada estribillo subiendo el timbre hasta terminar en un clímax que nos deja en todo lo alto con ganas de más.

En resumen, H.E.A.T han vuelto por todo lo alto, dejando atrás experimentos y volviendo a hacer lo que les funciona, dando como resultado un álbum que está la altura de sus mejores trabajos, que se deja escuchar una y otra vez y donde prácticamente cada canción es un single o un himno. Toda una alegría el tenerlos de vuelta por todo lo alto.

Discográfica: Ear Music


Formación
  • Erik Grönwall - Voz
  • Dave Dalone - Guitarra
  • Jimmy Jay - Bajo
  • Jona Tee - Teclados
  • Crash - Batería


Tracklist
  1. Rock Your Body 
  2. Dangerous Ground 
  3. Come Clean 
  4. Victory 
  5. We Are Gods 
  6. Adrenaline 
  7. One By One 
  8. Nothing To Say 
  9. Heaven Must Have Won An Angel 
  10. Under The Gun 
  11. Rise

Puntuación: 9/10


 

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