Grave Digger es una banda que no necesita presentación. Son una de las formaciones más incansables y constantes del heavy metal teutón. Ajenos a todo, ellos continúan editando discos con frecuencia y sin salirse de su estilo, siempre fieles al heavy metal de la vieja escuela, por lo que sus hordas de seguidores rara vez quedan decepcionados ante la llegada de un nuevo trabajo. Ellos cumplen con lo que prometen y por ello su vigésimo disco de estudio no aporta ninguna novedad respecto al sonido que llevan cultivando desde hace más de treinta años.
Como siempre el incombustible Chris Boltendahl lidera la banda que ya lleva unos cuantos años estables, con Axel Ritt a la guitarra, Stefan Arnold a la batería y Jens Becker al bajo. El teclista Marcus Kniep se incorporó a la banda en 2015, siendo el único cambio en la formación desde el año 2010
Estamos ante un álbum directo y de corta duración, ya que exceptuando el último tema, ninguno supera los 4 minutos, comenzando por el tema homónimo, un auténtico himno que no sabemos si la banda lo ha compuesto intencionado o les ha salido por casualidad, pero la realidad es que está hecho para sonar en directo y ser coreado por la multitud. When Night Falls tiene un comienzo de infarto, puro speed metal muy machacón y guitarrero donde como siempre el bueno de Boltendahl da la talla. Es impresionante comprobar cómo a pesar del paso de los años mantiene intacto su peculiar timbre de voz e incluso como el buen vino, mejora.
El sonido de una moto da paso a Lawbreaker, un tema 100% heavy metal que suena a Grave Digger desde el primer acorde. En Free Forever nos encontramos con un estribillo pegadizo con aparición de partes acústicas y riffs muy contundentes. Llegamos al ecuador del disco con Call For War, de nuevo un corte muy tradicional con estribillo marcial que hace honor al título.
Ten Commandements Of Metal tiene una buena base rítmica y con unos coros que animan a unirse a cantar, algo que es constante en todo el disco. De nuevo la banda se acerca al speed metal con The Hangman's Eye, tema lleno de fuerza e intenso que no da tiempo a un respiro y donde el guitarrista Axel Ritt se deja los dedos en el mástil y que a su vez cuenta con un solo muy melódico. Algo parecido ocurre con Kill Ritual, donde encontramos uno de los mejores solos del disco mientras la batería echa humo durante toda la canción y Chris Boltendahl muestra sus garras cantando el tema de forma magistral.
En Hallelujah el estribillo es la parte donde gira toda la canción. Bastante simplón pero efectivo, ya que es fácil de recordar y seguro que en directo da mucho juego. Llegamos al final del disco con Laughing With The Dead, un medio tiempo potente con base rítmica muy marcada y las líneas del bajo predominando el algunos momentos mientras las guitarras cabalgan a placer y donde de nuevo el estribillo nos invita a cantarlo a pleno pulmón.
En definitiva un álbum que no alberga sorpresa alguna, heavy metal clásico y otro disco más que se suma a la discografía de la banda. Puede que no esté a la altura de sus grandes obras editadas a mitad de los 90, pero para nada es un mal trabajo, de hecho es ameno, se deja escuchar y los seguidores de Grave Digger seguro que lo saben apreciar. Una banda que lleva tres décadas haciendo la misma música no puede equivocarse a estas alturas. Y que sigan así.
Discografica: Napalm Records
Formación
- Chris Boltendahl- Voz
- Axel Ritt - Guitarra
- Stefan Arnold - Batería
- Jens Becker - Bajo
- Marcus Kniep - Teclados
Tracklist
- Healed By Metal
- When The Night Falls
- Lawbreaker
- Free Forever
- Call For War
- Ten Commandments of Metal
- The Hangman's Eye
- Kill Ritual
- Hallelujah
- Laughing With The Dead
Puntuación: 8/10
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