Cinco años atrás Blind Guardian editaron At The Edge Of Time, un álbum que agradó a la mayoría de sus seguidores por combinar elementos de su etapa clásica junto con partes orquestales y sinfónicas que llevan empleando en sus últimos años de carrera. Tras un largo lustro de espera, los bardos regresan con Beyond The Red Mirror, el álbum más sinfónico y progresivo de su carrera. Aviso ya que todos aquellos que esperen de este trabajo una vista atrás hacia sus discos clásicos van a llevarse una decepción. Hace ya tiempo que André Olbrich y Hansi Kürsch advirtieron del nuevo rumbo de la banda, así que el que siga esperando un trabajo que recuerde a discos como el Imaginations From The Other Side o Somewhere Far Beyond tendrá que resignarse, ya que difícilmente volverán hacia esos derroteros. Estamos pues ante un disco oscuro, lleno de arreglos orquestales, coros épicos, elementos progresivos y afinaciones más graves, donde en algunas ocasiones las guitarras quedan tapadas ante los instrumentos orquestales. Pero sigue siendo un álbum de Blind Guardian y seguiremos encontrando elementos típicos de los alemanes como riffs reconocibles sacados de la roja guitarra de André Olbrich y la siempre majestuosa voz de Hansi Kürsch, quien aprovechando las nuevas afinaciones de las guitarras adapta unos tonos más graves, sintiéndose más cómodo en esos registros. No hay que olvidar tampoco la fantástica labor de Frederik Ehmke tras los parches, siendo éste su mejor trabajo en la banda y la inclusión del nuevo bajista Barend Courbois. Predominan los medio tiempos y temas de larga duración, dejando de lado canciones más festivas o coreables por el público, lo cual pueda echar para atrás en un principio, pero tras muchas escuchas se termina pillando el gusto al disco. En cuanto a la temática de las canciones, en esta ocasión han decidido dejar de lado referencias a la literatura fantástica o mitológica para presentarnos un álbum conceptual sobre la historia que dejaron a medias en algunas canciones presentes en el álbum Imaginations From The Other Side, como la canción de mismo nombre, Bright Eyes y And The Story Ends, siendo esa toda la referencia a todo elemento clásico de la banda y al disco que grabaron hace ya 20 años. Dependiendo de la edición que se adquiera, encontraremos algún tema extra y cambios en la portada, la cual me parece con diferencia la peor de toda la discografía de Blind Guardian: simple, con poca variedad de color y poco inspirada. No pongo en duda la calidad de Felipe Machado, quien ha diseñado portadas otras veces para Blind Guardian y bandas como Rage, Axel Rudi Pell o muchas otras bandas, pero sinceramente, se echa en falta las portadas de Andreas Marschall...
El disco abre con The Ninth Wave, que comienza con una introducción coral oscura a la vez que épica cantado por coros de Budapest, Boston y Praga. En los 9 minutos de duración del tema las guitarras van haciendo crecer o disminuir la intensidad de la canción con cambios de ritmo, con un estribillo típico de Blind Guardian de sus últimos años que conlcuye de nuevo con la intervención del coro. Hansi se despacha a gusto en este corte donde muestra sus mejores registros sin necesidad de alcanzar agudos de antaño, y es que los años no pasan en vano. Sin duda, uno de los temas más épicos y grandilocuentes que han compuesto en toda su trayectoria. Twilight of the Gods es el corte con tintes más clásicos y típicos de la banda, sin duda el más reconocible por el oyente y pieza inamovible para los futuros directos. No podía faltar el riff reconocible de Olbrich y un solo que nos transporta a trabajos como Nightfall In The Middle Earth.
Prophecies baja la intensidad para bindarnos un medio tiempo donde se nos muestra la cara más melódica de Blind Guardian. Como única pega decir que queda algo descafeinado, falto de garra comparado con otros cortes de mismo estilo que han compuesto anteriormente. Aunque At The Edge Of Time haga referencia al álbum anterior, no encontramos parecido a ese disco. Es uno de los cortes más sinfónicos y progesivos de Beyond The Red Mirror y que necesitará varias reproducciones para terminar pillándole el truco. Aquí notamos cómo las guitarras pasan a un segundo plano, dando más protagonismo a los arreglos orquestales. Ashes Of Eternity tiene un inicio que me recuerda a Fly, del disco A Twist in the Myth y donde por fin nos brindan un tema algo más cañero donde las guitarras y la batería sacan las uñas. Uno de los temas más destacables del disco y que no lo descartaría para que sonara en sus conciertos.
The Holy Grail gustará a los que buscaban algo de power metal clásico en este disco, con partes más metaleras y que dejan a las orquestaciones apartadas a un discreto segundo plano. El doble bombo suena machacón y el dúo guitarrístico formado por Olbrich y Siepen vuelve a relucir como antaño. Al fin una canción que destila cierto aroma a los Blind Guardian más heavys y que se echaban muy en falta en este disco. The Throne tiene un inicio muy potente pero que rápidamente se calma para darnos paso a otro tema muy sinfónico, cargado de barroquismo. Desprende cierta ambientación oscura a la par que teatral y que iguala la balanza entre partes sinfónicas y metaleras. Sacred Mind continúa con ese tono oscuro, con constante uso de coros en el estribillo y que Frederik Ehmke y André Olbrich lo salvan de ser un tema aburrido. Miracle Machine es una especie de balada donde únicamente un piano y unos violines acompañan a Hansi a las voces. La canción desprende melancolía y donde se nota la gran influencia que ha tenido Queen en la banda. Grand Parade finaliza el disco. De nuevo un tema largo (que dura exactamente lo mismo que el primer corte del álbum) donde se repiten los mismo elementos que en The Ninth Wave: cambios de ritmo, orquestación compleja, coros y un estribillo que busca la grandiosidad. En definitiva, una canción recargada y grandilocuente que busca poner un final a lo grande.
Podemos decir con toda seguridad que Beyond The Red Mirror es el disco más ambicioso y trabajado de Blind Guardian, más sinfónico que nunca y con menos elementos clásicos de la banda, pero eso no quita que este trabajo siga llevando el estandarte de los bardos del metal. Un disco difícil de digerir a la primera escucha y que se le tiene que dar muchas oportunidades para que termine convenciendo. Eso sí, los que se hayan quedado encerrados en la época speed de la banda directamente lo despreciarán, ya que el camino musical que tomó la banda a principios de los años 90 lo han terminado de explotar en este álbum. Se puede resumir diciendo que no es el mejor disco de Blind Guardian (tampoco el peor), pero como álbum de power metal sinfónico es una maravilla. Un disco que nos adentra en un mundo donde los germanos han plasmado sus inquietudes musicales y que todo indica que en un futuro continuarán editando discos de este calibre. El único problema puede ser que en sus conciertos estas canciones sean más difíciles a la hora de interpretarlas en directo, puesto que tanta orquestación deberá ir sampleada, algo que suele quitarle la magia a este tipo de directos, pero bueno, siempre quedarán las canciones más clásicas para ser disfrutadas.
Discográfica: Nuclear Blast
Formación
- Hansi Kürsch - Voz
- André Olbrich - Guitarra
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Marcus Siepen - Guitarra
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Frederik Ehmke - Batería
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Barend Courbois - Bajo
Tracklist
- Ninth Wave
- Twilight Of The Gods
- Prophecies
- At The Edge Of Time
- Ashes Of Eternity
- Holy Grail
- The Throne
- Sacred Mind
- Miracle Machine
- Grand Parade
Puntuación: 8/10