A estas alturas es imposible cuestionar la carrera de Saxon. Un grupo forjado con la explosión de la New Wave Of British Heavy Metal que permaneció como una de las bandas más punteras del movimiento junto con Iron Maiden. Son las dos únicas bandas que han sabido adaptarse a los tiempos de las tantas que salieron en esos años. Quizás Saxon tuvieron un notable descenso cuando decidieron adapatar su sonido hacia un rock más americano, pero supieron volver al redil y regresaron a un estilo más duro. Llevan unos años viviendo una segunda juventud, sacando álbumes de incuestionable calidad y con unos directos que son capaces de patear culos a bandas más jóvenes, demostrando que algunas formaciones a pesar de la avanzada edad, todavía no han dado su último grito.
Ahora vuelven a la carga con Call to Arms, nuevo disco de su dilatada carrera con el que pretenden seguir con sus últimos éxitos discográficos, muy bien recibidos por la crítica y los seguidores de la banda británica. Siempre he sido de la opinión que un disco no es sólo las canciones que contiene, cuenta mucho también la portada. Saxon siempre se han caracterizado por sus portadas de ambiente épico o mostrando su inmortal águila. Esta vez nos sorprenden con una portada algo sosa, con el famoso cartel de Otto Von Bismarck. Quizás algo alejada de su estética más heavy y poco llamativa, pero curiosa no menos.
En cuanto a las canciones, Biff Byford y sus chicos mantienen como ya he dicho el sonido y el espíritu de sus últimos trabajos. Quizás en este han optado por riffs más hard rockeros en algunas ocasiones, pero su sonido pesado con toques de la vieja escuela siguen presentes. Canciones como Hammer of the Gods, con ese toque más rockero o Back in 79 con el sonido más Saxon que nunca (puede que el nombre no sea coincidencia, ya que su primer disco es de ese año) que en directo pueden ser un buen reclamo. Call to Arms es sin duda un álbum para ser interpretado en los escenarios, con tan sólo una canción que llega a los 5 minutos de duración, temas cortos, directos y cañeros, como los Saxon de antaño. Vuelven pues a sus raíces con canciones como Surviving Against the Odds, con riffs pesados y rápidos, pero también dando entrada temas más lentos como la épica Mists of Avalon que puede recordar a temas como Crusader o la propia Call to Arms que sigue un esquema parecido.
Chasing the bullet retoma la esencia hard rockera con guitarras que en algunos momentos recuerda a AC/DC mientras que Afterburner nos trae al metal más agresivo de sus últimos discos. Es un tema que podría encajar en discos como Lionheart o Inner Sanctum. Un auténtico trallazo de heavy metal. When Doomsday Comes (Hybrid Theory) es un medio tiempo con una ambientación más oscura con unos solos de guitarra que son sin duda los mejores del disco. Las dos canciones que finalizan el álbum son No Rest for the Wicked y Ballad of the Working Man (aunque de balada sólo tenga el título) que nos vuelve a recordar a los Saxon de Strong Arm of the Law.
De nuevo Saxon vuelven a convencer y a demostrar que todavía quedan bandas inglesas que conservan el sonido y la actitud de la NWOBHM pero adaptadas a los nuevos tiempos. Todavía les queda mucha guerra por dar, así que disfrutemos de ello tanto en directo como en estudio.
Nota: 8/10
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