Nada más llegar a Getafe (donde encontramos el primer punto negativo de la organización, no habían señales que marcaran la ubicación del festival, y mucha gente, incluído el bus organizado en el que íbamos, tuvo que dar vueltas hasta encontrar el sitio) fuimos directos a la zona de acampada, un pinar de grandes dimensiones que albergó a las miles de personas que invadieron durante dos dias Getafe (la organización habla de un total de 72.540 personas repartidas entre los dos días) Los árboles ayudaron a que el sol no molestara y acampar no resultó difícil, y la instalación de focos por toda la zona ayudó a que por la noche viéramos la zona sin ir a ciegas. Habían baños portátiles y urinarios en abundancia, pero faltaron duchas, que organizaron colas larguísimas para poder ducharse. La organización se quedó corta en ese aspecto.
Sin duda el mayor tirón de orejas de los organizadores fue las colas para acceder al recinto de conciertos. Aunque no hubo colas para poner las pulseras, la cola para entrar fue un desastre, llegando a tardar hasta casi una hora. El segundo error garrafal fue poner al primer grupo a tocar a tan sólo 15 minutos de la apertura de puertas. Eso hizo que me perdiera la actuación de Bullet, uno de los grupos que más ganas tenía de ver, llegando a la última canción. Así que muchas gracias señores organizadores por su profesionalidad.
Tras el cabreo por haberme perdido a los suecos, me preparé para ver a Angelus Apatrida, un grupo en estado de gracia que en un año han sacado un discazo, se han recorrido toda Europa y ahora ocupan los carteles de todos los festivales españoles. Quien ya los haya visto últimamente sabe que sus directos son demoledores. Cumplieron con las expectativas a pesar de tocar poco tiempo (es lo que tienen los grupos que abren estos eventos) En poco más de media hora descargaron su thrash metal e hicieron que el público saltara, hiciera moshpits y pogos a pesar del calor sofocante. Un par de bomberos en cada lado del escenario se ocupaban de refrescar (o más bien inundar) al público. A esas horas se agradeció, pero más adelante fue un poco caótico (ya hablaremos de eso después) En resumen, Angelus Apatrida se metieron al público en el bolsillo con el primer tema, Clockwork seguido de Blast Off. Guillermo Izquierdo no paró de animar al público (muy numeroso desde Bullet) y de pedir moshpits. Of Men And Tyrants, de su último disco sonó atronador. Free Your Soul o Give'Em War hizo que la cosa no decayera. para terminar la actuación cerraron con Vomitive y la ya clásica Thrash Attack. De nuevo, un 10 para los albaceteños que ya son los abanderados del Thrash metal español.
Set list
Clockwork
Blast Off
Of Men And Tyrants
Free Your Soul
Give'Em War
Legally Brainwashed
Versus The World
Vomitive
Thrash Attack
Tras irme al cámping a refrescarme y cenar, volví al recinto para ir haciendo cola para ver a Arch Enemy. De paso, ví la mitad del concierto de Sôber, que a pesar de ser un grupo alejado de mis gustos musicales, me sorprendieron gratamente con un concierto que rozó el sobresaliente. Para empezar, gozaron del mejor horario del primer día (empezaron a las 10 y media, mientras que los cabezas de cartel tocaron de madrugada, me pregunto quién fue la cabeza pensante que hizo estos horarios tan chapuceros) y de un sonido perfecto. El público supo responder y corearon los temas de una bada recientemente reunida y con nuevo disco bajo el brazo. Cuando llegué estaban tocando Arrepentido, uno de sus clásicos, y le siguió Fantasma. Con El Hombre De Hielo el público se volcó y cantó la canción de principio a fin. Llegaron los turnos para los solos de guitarra y para un interludio de percusión donde Jorge Escobedo, bajista y cantante, se puso tras los parches para demostrar que también sabe tocar la batería, dejando a Manu Reyes con un pequeño set de percusión para acompañar al frontman. Terminaron con Tic Tac, tema de su nuevo disco Superbia, Loco y Sombras. Un concierto que consiguió llamar mi atención y que dejó al público bastante satisfecho.
Set List
Intro
Superbia
Diez Años
La Nube
La Araña
Arrepentido
Fantasma
El Hombre de Hielo
Solo de guitarra
Interludio de percusión
Tic Tac
Loco
Sombras
Llegó el turno de una banda que tenía muchas ganas de ver en directo. Los suecos Arch Enemy salieron al escenario dispuestos a revolucionar Getafe. La presencia de Angela Gossow ya hizo que muchos comenzaran a gritar y saltar. Tras la intro, abrieron con Yesterday Is Dead And Gone, de su recientemente editado Khaos Legions. La locura se desató y el público no paró de saltar. Con Revolution Begins la cantante dió la bienvenida al show y pidió al público que hicera moshpits, aunque fueron muy pocos los que siguieron su petición, ya que a esas horas muchos ya estábamos para pocos golpes. Con Ravenous y No Gods, No Masters siguió la actuación para terminar con dos clásicos de la banda, We Will Rise y Nemesis. Un concierto corto pero intenso donde destacaron los guitarristas y una Angela Gossow que sabe tener al público en todo momento activo. Quizás Arch Enemy son una banda que merece ser vista en solitario o en un festival pero a unas horas donde apetezca más meterse en pogos y demás. Aún así, supieron dar la talla.
Set list
Intro
Yesterday Is Dead And Gone
Revolution Begins
Ravenous
Bloodstained Cross
No Gods, No Masters
We Will Rise
Nemesis
Llegaron el turno de los cabezas de cartel (en un horario que no hizo justicia con ellos) A la una de la madrugada saltó al escenario Slash, que se marcó un concierto digno de recordar. Fue mucha la gente que fue exclusivamente por verle, y se notó en unas primeras filas abarrotadas de fans vestidos con camisetas de Guns'N'Roses. Una voz en off anunció en inglés el comienzo del show. Con Ghost apareció un Slash que como no, con su chistera, gafas de sol y la Les Paul en mano, fue ovacionado como a un héroe. Destacar la figura de Myles Kennedy, que se marcó un conciertazo y que supo compaginar su labor de cantante y frontman sin eclipsar al guitarrista, centro de todas las miradas. No faltaron las versiones, abundantes en el concierto. Mean Bone, perteneciente a la etapa de Slash's Snakepit fue la siguiente en caer. Tampoco se olvidaron de Velver Revolver, Sucker Train Blues hizo que muchos seguidores de la banda la cantaran a pleno pulmón. Myles Kennedy clavó el registro del ex cantante Scott Weiland de una forma magistral. Pero la gente estaba esperando alguna versión de Guns'N'Roses y no se hicieron esperar. Slash se dirigió al público por primera y única vez (nunca ha sido muy comunicativo, de ello se ocupa su guitarra) para presentar Nightrain. Y de nuevo, Myles Kennedy demostró que Slash hizo una buena elección eligiéndole como cantante de su proyecto. Simplemente, bordó las canciones de los Guns'N'Roses. Quién dijo Axl Rose? La fiesta siguió con Rocket Queen y Civil War, que puso los pelos de punta. Slash simplemente tocó como si un playback se tratara, clavando los solos de guitarra. Muchos dirán que no es un virtuoso, pero lo que transmite este hombre con las 6 cuerdas pocos lo hacen. Al rock nunca le sentaron tan bien unas gafas de sol y una chistera. Con Back From Cali, Promise y Nothing To Say retornaron al disco en solitario de Slash y demostrar que no vive sólo de temas de sus otras bandas. My Michelle nos teletransportó de nuevo a los tiempos en la que la banda americana eran la mejor banda de rock del planeta. No había mejor forma de cerrar un concierto de cátedra que con Sweet Child'O Mine y Paradise City. Repito, quien en aquel momento echara de menos a Axl Rose, es que no estaba viendo el mismo concierto que yo... menuda forma de cantar la de Myles Kennedy! Y así, sin grandes despedidas, Slash y los suyos se retiraron dejando al público emocionado, satisfecho y feliz de haber visto a uno de los mejores guitarristas del rock en acción.
Set List
Ghost
Mean Bone
Sucker Train Blues
Nightrain
Rocket Queen
Civil War
Back From Cali
Promise
Nothing To Say
My Michelle
Slither
Sweet Child'O Mine
Paradise City
Tras el conciertazo de Slash hubo escampada general, cosa que agradecí, pues llegaba el momento más esperado para mí de esta primera jornada de festival: el retorno de The Darkness a los escenarios tras 5 años inactivos. Sólo los fans (que eran más de los que pensaba) y unos curiosos nos quedamos en las primeras filas para ver a uno de los grupos más prometedores del rock. Muchos en su debut los llamaron los salvadores del rock, y con razón, pues con su glam rock recuperaron la esencia de los 70, cuando el rock era eso, espectáculo. Muchos otros no los toman en serio, tachándolos de un grupo parodia y de payasos... allá ellos, el caso es que lo vivido el viernes fue toda una experiencia. Poco antes de las 3 de la madrugada (de nuevo tirón de orejas a los organizadores, es ésa una hora para colocar a los que son los segundos cabeza de cartel?) saltaron al escenario The Darkness, con un Justin Hawkins pletórico que no dejó de corretear por el escenario, mover las caderas, lanzar falsetes y provocar a un público totalmente entregado. Tras la intro instrumental que hicieron, llegó el turno de Black Shuck. Basaron todo su set list en su primer disco, Permission To Land, un álbum del que vendieron millones de copias y los catapultaron a la cima del rock y tocando únicamente dos temas de One Way Ticket To Hell... And Back, mucho más flojo que el anterior y que no alcanzó las expectativad del grupo y del público. Growing On Me y Get Your Hands Of My Woman sonaron perfectas. La única pega del concierto fueron los parones entre tema y tema, normalmente para que Justin Hawkins dejara o se pusiera la guitarra, cosa que hizo que en ocasiones el ambiente se relajara. Lo de Justin Hawkins no tiene nombre. Un crack como frontman, gran guitarrista y con una voz que consigue encandilar a quien le escucha. Sólo él sabe como meterse al público en el bolsillo. Se tiraba literalmente al escenario, correteaba, hacía el pino en la tarima de la batería... y todo eso sin perder una pizca de voz. Un genio, un artista, el nuevo frontman que el rock necesitaba. One Way Ticket bajó un poco el nivel del concierto, pero con la balada Love Is Only A Feeling, acompañada de una lluvia de papeles blancos, se retomó la magia. Con Friday Night, muy ovacionada, Justin jugó con el público animándonos a cantar la canción con él. Volvieron a la época del segundo disco con Is It Just Me? y Justin nos dijo que volvían con un disco que saldrá el año que viene y con una gira que pasará por España, cosa que alegró a más de uno. Acto seguido, un tema nuevo del futuro disco, llamado Cannonball y que sonó bastante rockero, con riffs sacados de AC/DC o Thin Lizzy. Vuelven a las raíces y eso presagia un tercer disco que pinta bastante bien. El resto de temas, todos ya del Permission To Land mantuvieron al público saltando y cantando. Justin aprovechó a mitad canción de Stuck In a Rut para cambiarse de ropa (como siempre muy extravagante y llamativa, y es que Justin Hawkins no puede ser de otro modo) para continuar con Givin' Up. Los bises llegaron con el éxito del grupo, I Believe In A Thing Called Love que hizo saltar y cantar a un público todavía con fuerzas para terminar con Love On The Rocks With No Ice, con la que Justin nos hizo repetir sus falsetes y tonos que alcanzaban registros muy agudos. En definitiva, un conciertazo que demostró que esta vez The Darkness han vuelto para volver a ocupar el lugar que les corresponde. El año que viene espero tenerlos de nuevo por estos lares.
Set list
Bareback
Black Shuck
Growing On Me
Get Your Hands Off My Woman
One Way Ticket To Hell And Back
Love Is Only A Feeling
Friday Night
Is It Just Me?
Stuck in a Rut
Givin’ Up
I Believe In A Thing Called Love
Love On The Rocks With No Ice
Y así, tras un espectáculo por parte de The Darkness, se dio por finalizada la primera jornada del Sonisphere. La fiesta siguió en la carpa de Dj donde El Pirata amenizó la madrugada con temas de rock y heavy metal. Yo me retiré, exhausto tras tantas horas en pie, mañana nos esperaba una jornada llena de buenos grupos...
Arf! Qué putada por Bullet.
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