Raptore publican su segundo álbum Blackfire, amparados esta vez por la discográfica alemana Dying Victims Productions. Esta banda, formada en Argentina pero asentada en Barcelona ya sorprendieron en 2016 con su debut Rage N' Fever y ahora su segundo trabajo los asientan como una de las bandas de heavy metal más a tener en cuenta de la escena, siendo un disco que ha conseguido que lo escuche en bucle en los últimos días.
Lo que más destaca de Raptore es su sonido, deudor del heavy metal clásico de los 80, pero que también recuerda a bandas de la NWOTHM como Enforcer (encuentro una gran similitud entre ambas bandas) y con ligeros toques de speed metal de bandas clásicas como Exciter.
La portada también nos adelanta una temática oscura y ocultista que encaja muy bien con el citado sonido y donde vamos a encontrar mucha potencia sonora, melodías hipnóticas, coros y estribillos ganadores.
Un ejemplo de ello es Triumphal March To Hell, con su inicio atmosférico acompañado al piano que nos augura oscuridad, llegando las guitarras veloces llevándonos a un speed metal muy cañero y con los agudos del vocalista y guitarrista Nico Cattoni. Tenemos el primer estribillo adictivo acompañado por los citados coros y un pasaje instrumental con guitarras limpias seguidas por un más que notable solo.
Le sigue Prisoner Of The Night, de nuevo con una muy breve intro a piano para brindarnos un heavy metal más canónico, donde las guitarras ofrecen unos riffs muy clásicos y los coros aparecen a mitad del estribillo para invitarnos a unirnos a él. Es una de las canciones de este disco que me recuerdan en muchos aspectos a los suecos Enforcer (lo cual para mí es buena señal) y donde Nico por momentos realiza unos registros muy similares a los de Olof Wikstrand. Comparaciones aparte, otra canción que conquista a la primera escucha y que puede ser fácilmente uno de los himnos de Raptore.
Llegamos al single y tema que da título al álbum. Un corte más oscuro pero acelerado, donde hay que destacar el trabajo de la sección rítmica formado por Cristian Blade (quien también es bajista de las bandas Streamer y Savaged, las cuales recomiendo su escucha) y Ángel Smolski a la batería (quien también es miembro de otra gran banda como es Löanshark) Volvemos a tener un estribillo convincente y una excelente interpretación vocal de Nico, de mis piezas favoritas del disco.
Devil Ascends me vuelve irremediablemente a evocar a Enforcer, siendo una canción que podría encajar en la discografía de los suecos. Insisto que la comparación no es para nada negativa y que se notan las influencias de Raptore y no pretenden ocultarlas. Tenemos uno de los mejores solos del disco en otra canción acelerada, directa, breve (de hecho es el tema más corto del disco) y con unas líneas de bajo que me han encantado. Un corte que es un golpe directo y conciso a nuestra cara.
Como contraste tenemos Phoenix, la pieza de mayor duración de Blackfire donde se nos da un descanso con la llegada de guitarras limpias y unos registros más melódicos de Nico que no tardan en acelerarse para volver a su dinámica, con ese estribillo apoyado en los coros y velocidad de vértigo que se va compaginando con la melodía inicial, siendo una canción más compleja y trabajada y donde el dúo de guitarras formado por Nico y Jamie Killhead se complementan genial. Hay que destacar el momento protagonizado por el bajo y batería, que nos dan unos segundos donde se quedan solos para meter un pasaje instrumental más atmosférico al que se unen unas guitarras excelentes que marcan un solo que es digno de mencionar y que es otro de los momentos álgidos del disco. Otra canción que va directa a mis favoritas.
Demon's Lust destaca por el uso de sintetizadores que sientan bien al sonido de la banda, que se pasan de nuevo al heavy metal más cercano a Judas Priest con unas marcadas líneas de bajo, pero donde también encontramos unos ligeros toques de hard rock americano en su estribillo, cuyos coros recuerdan a Mötley Crüe. Un tema algo diferente al resto pero que convence. La instrumental Dirge está protagonizada por una cristalina guitarra que va envolviéndonos en un ambiente oscuro y a la vez calmado que consigue atraparnos y dejarnos llevar hasta que se va apagando en un fade out.
Por último tenemos Death, con un potente inicio a la batería y unas guitarras que van repitiendo un riff más cercano al hard rock, pero acelerando las marchas y traernos nuevamente su ya característico estribillo apoyado en coros. También se repite ese momento donde la base rítmica se apodera de la canción para que la voz pueda destacar y regresar al ritmo inicial, siendo un final apoteósico y muy poderoso para un disco que apenas nos da un respiro en su apenas media hora de duración.
En resumen Blackfire es uno de los discos de heavy metal que más me han sorprendido y enganchado en lo que llevamos de año. Breve pero contundente, con temas pegadizos, estribillos que se quedan en tu cabeza, muy bien producido y con un sonido e influencias que hace que sea de obligada escucha para los amantes del heavy metal de corte más clásico. Raptore lo tienen todo para tomar el testigo del heavy metal underground y ser la próxima banda revelación.
Discográfica: Dying Victims Productions
Formación
- Nico Cattoni - Voz, guitarra
- Jamie Killhead - Guitarra
- Cristian Blade - Bajo
- Ángel Smolski - Batería
Tracklist
- Triumphal March To Hell
- Prisoner Of The Night
- Blackfire
- Devil Ascend
- Phoenix
- Demon's Lust
- Dirge
- Death
Puntuación: 9/10
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