viernes, 5 de febrero de 2021

Accept - Too Mean To Die

 

Que Accept publiquen nuevo disco siempre es motivo de celebración. La banda teutona están viviendo una segunda juventud desde que en 2010 salieran de su letargo tras 14 años inactivos, con Mark Tornillo como nuevo vocalista. Tras varios trabajos exitosos, en 2017 lanzaron The Rise Of Chaos, un álbum que sin ser malo, ya daba señales de que la banda empezaba a poner el piloto automático y perder la magia de los discos anteriores, y las alarmas sonaron cuando en 2018 Peter Baltes, bajista y miembro original, anunciaba su marcha de Accept.

Sin embargo Wolf Hoffmann, lejos de tirar la toalla, sigue adelante siendo ahora el único componente original e incorporando nuevos músicos, siendo ahora Martin Motnik el nuevo bajista y también añadiendo un tercer guitarrista con Philip Shouse, el cual estuvo tocando en directo con Accept y ahora es miembro de pleno derecho. Con esta nueva formación la banda se metió en el estudio para componer el que es su decimosexto álbum de estudio, Too Mean To Die. Como viene siendo costumbre, Andy Sneap ha sido el encargado de producir y mezclar el disco, haciendo que suene a Accept desde el segundo uno y siendo uno de los encargados del éxito de la banda en esta nueva etapa.

Too Mean To Die es por tanto un trabajo donde Accept han puesto toda la carne en el asador para demostrar que pueden seguir adelante pese a la salida de uno de sus miembros de toda la vida y donde por suerte, el piloto automático no está tan presente, mejorando el anterior disco. El primer corte, Zombie Apocalypse, ya lo presentaron días antes de la salida del disco. Tiene un inicio lento y oscuro, muy de película de terror hasta que llega el riff de guitarra que es puro heavy metal y con Mark Tornillo dejando su impronta. Un tema que nos habla de las redes sociales y las nuevas tecnologías y de cómo se han apoderado de todo, haciéndonos unos zombies y esclavos de los dispositivos. Ya encontramos buenos solos de guitarra, donde la marca de Wolf Hofmann es reconocible.

Es la propia Too Mean To Die la siguiente en hacer aparición, con otro riff clásico y acelerado y donde la pegada de Christopher Williams a la batería es brutal. De nuevo tenemos a Tornillo dominando por completo la canción con su voz rasgada y potente. Un tema a caballo entre el heavy metal y el speed metal que recuerda a los Accept más clásicos y donde se empieza a notar que ahora son 3 los guitarristas, aportando más dureza a las composiciones y en los solos, donde se los van repartiendo para que cada uno haga una exhibición de su calidad.

Pasamos a Overnight Sensation, un corte donde tenemos sonidos más cercanos al hard rock y que a mí personalmente la canción me trae recuerdos del gran disco que fue Metal Heart y a canciones como Midnight Mover, Up To The Limit o Screaming For A Love-Bite. Un tema ochentero, clásico, con la aparición de los coros típicos en Accept que se van a repetir en más canciones, con un buen estribillo, partes melódicas que convencen y otro gran solo. En resumen, mi pieza favorita del disco.

No Ones Master da inicio con otro riff que desde el principio ya asocias con Accept pero también señalar que se nota que está reciclado, ya que recuerda a otros similares empleados en trabajos anteriores. Decir también que suena algo plano en su planteamiento, donde Christopher Williams vuelve a destacar a la batería y donde Hoffmann lleva el peso de la canción. Claro ejemplo de ese piloto automático que he mencionado antes.

The Undertaker fue el single escogido como primer adelanto del álbum y que fue acompañado por un videoclip y el cual no fue bien recibido por la la legión de seguidores de la banda. Es cierto que suena diferente al resto, más oscuro, con ese inicio al bajo que también es marca de la casa y donde Tornillo canta más comedido, siendo más un narrador pero que se refuerza con los coros épicos que en directo, si se toca la canción, harán que el público los entone. El fallo que tiene la canción es que peca de repetitiva, teniendo la base rítmica como colchón sonoro (con un gran trabajo de Motnik), estribillo que sube la intensidad y vuelta a lo anterior. Quizás con algo menos de minutaje se haría menos monótona. Pese a ello, me gusta, es pegadiza y aunque no debería haber sido el single, la banda sale un poco de la zona de confort y ofrecen algo diferente, mostrando nuevas ideas.

Volvemos al heavy metal crudo con Sucks To Be You, con la base rítmica machacona mientras las guitarras y la voz van de la mano. Pieza vacilona, agresiva y con letra ácida que convence y donde Tornillo canta desatando toda su fiereza. No vuelve a faltar el desfile de solos de guitarra.

Symphony Of Pain ya nos indica con su nombre que estamos ante una pieza donde se va a mezclar la dureza del heavy metal con partes más sinfónicas, donde las guitarras son las protagonistas, sonando afiladas, recordando por momentos a Judas Priest y donde los solos se van sucediendo, incorporando partes de música clásica, como la quinta y novena sinfonía de Beethoven. Se nota que Wolf Hoffmann está detrás de esto, pues ya va siendo costumbre que en cada disco se incluya una pieza de música clásica.

The Best Is Yet To Come se presenta como la balada del disco, donde tenemos guitarras limpias y a Mark Tornillo cantando en registros más melódicos, poco vistos hasta la fecha, hasta que se recupera la distorsión para la llegada del estribillo y el vocalista recupera ese tono rasgado. Una canción diferente a lo que nos tienen acostumbrados, disfrutable y que con las escuchas va ganando más cada vez.

How Do We Sleep comienza con unos tambores marciales al que se le une un potente y melódico riff de guitarras que se doblan. No faltan los épicos coros de los teutones y a Tornillo entonando el estribillo con furia. Es otro de esos cortes que gracias a los mencionados coros mejora, pero que se siente algo flojo e incluso de relleno. Not My Problem por lo contrario sobresale volviendo a sacar la vena más rockera de Accept, con un riff más cercano a AC/DC y donde Tornillo en ciertos momentos recuerda a Brian Johnson. Es vacilona, más movida, callejera y donde no falta otro estribillo que lleva la marca de la banda.

Para terminar nos brindan un tema instrumental, Samson And Delilah, compuesto para que las 3 guitarras jueguen a placer y creen melodías que tienen cierto aroma oriental. Tampoco vuelve a faltar ese guiño a la música clásica, en este caso incluyendo partes de la Sinfonía Del Nuevo Mundo de Antonín Dvórak. Se nota que ahora Wolf Hoffmann es el que lleva el timón y la cabeza pensante en la banda y no ha dudado en incluir una pieza de carácter más sinfónico que recuerda a su disco en solitario o al show que realizaron en la edición de Wacken de 2017 de la cual salió el disco y DVD en directo Symphonic Terror.

Esta nueva etapa de Accept, nos enseña que pese a los cambios de formación, la banda todavía tiene mucho que decir, publicando un disco potente, compacto, donde en algunos momentos se salen de su zona de confort y donde la inclusión de un tercer guitarrista aporta más dureza al sonido. Trabajo que supera al anterior y sirve para callar bocas de aquellos que decían que empezaba el declive de la banda o que se habían acomodado.

Discográfica: Nuclear Blast

 

Formación

  • Mark Tornillo - Voz
  • Wolf Hoffmann - Guitarra
  • Uwe Lulis - Guitarra
  • Philip Shouse - Guitarra
  • Martin Motnik - Bajo
  • Christopher Williams - Batería

 

Tracklist

  1. Zombie Apocalypse
  2. Too Mean To Die
  3. Overnight Sensation
  4. No Ones Master
  5. The Undertaker
  6. Sucks To Be You
  7. Symphony Of Pain
  8. The Best Is Yet To Come
  9. How Do We Sleep
  10. Not My Problem
  11. Samson And Delilah

 

Puntuación: 8.25/10 


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