Cuenta la leyenda que en los años 70, en el local londinense Tramp, en el bar de Nueva York Max’s Kansas City o en el mítico club Rainbow de la ciudad de Los Angeles, grandes estrellas del rock se reunían para largas noches de alcohol, drogas y mujeres. Entre la lista de miembros contaban músicos como John Lennon, Ringo Star, Keith Moon, Marc Bolan o Alice Cooper, el cual llamó a ese selecto club de bebedores The Hollywood Vampires. Cuarenta años más tarde, Alice Cooper, uno de los pocos supervivientes de aquel club decide rememorar viejos tiempos formando una banda llamada Hollywood Vampires en honor a sus colegas caídos y donde cuenta con colaboraciones de grandes artistas. Sobra decir que estamos ante un disco donde la mayoría de sus canciones son versiones de bandas de los años 70 en las que formaron parte algunos de estos Hollywood Vampires. Un pequeño capricho que Alice Cooper se permite para divertirse y que a nosotros nos encanta. El álbum ha sido producido por Bob Ezrin, otro grande que ha trabajado con bandas de la talla de Kiss, Pink Floyd, Lou Reed y como no, Alice Cooper. Como ya he mencionado, el disco cuenta con una enorme lista de invitados que el simple hecho de verlos juntos es ya un regalo para la vista y oídos, pero la formación base está formada por Alice Cooper a la voz y armónica, Joe Perry (Aerosmith) y Tommy Henriksen a las guitarras, Duff McKagan (Guns N'Roses) al bajo, Matt Sorum (The Cult, Motörhead, Guns N'Roses) a la batería y Johnny Deep (sí sí, el actor) a la guitarra rítmica. Casi nada eh? También hay que decir que la recaudación del disco va destinada a Music Cares, una fundación que ayuda a músicos con sus problemas, ya sean personales o de salud, todo un detalle.
Nada más darle al play, la tétrica intro The Last Vampire nos da la bienvenida, pero no es una intro cualquiera, está narrada ni más ni menos que por Sir Christopher Lee, tristemente fallecido hace unos meses y que con su profunda e inigualable voz nos da la bienvenida a este particular trabajo donde por última vez, la voz del último vampiro auténtico del cine resuena. Todo un trabajo póstumo que sirve como homenaje a uno de los grandes actores del cine.
Raise The Dead es un tema original creado para este disco que suena muy hardrockero con toques setenteros y de psicodelia que es una gozada. Con Alice Cooper en su máximo esplendor y un riff de guitarra pegadizo la canción nos invita a servirnos nuestro trago favorito y bailar al ritmo de la música. Si hay un grupo que no podía faltar en este peculiar tributo son The Who y si hay una canción por la que Alice Cooper siente debilidad es My Generation, la cual siempre utiliza antes de empezar sus conciertos y que incluso ha versionado más de una vez. En esta ocasión suena suena más cañera y directo que la original pero sin apenas cambios notables, pero se nota que Alice ha disfrutado grabando.
Una de las sorpresas del disco es Whole Lotta Love de Led Zeppelin. Si es cierto que esta canción ya ha sido versionada hasta la saciedad en este caso le dan un giro al tema, donde encontramos un comienzo a la armónica y con Alice Cooper cantándola más lenta que la original y con voz más rasgada para acto seguido subirle la velocidad y encontrarnos con Brian Johnson (AC/DC) a la segunda voz haciendo un trabajo increíble junto a Kip Winger al bajo o Joe Walsh (The Eagles) a la guitarra. Reunión de maestros versionando a Zeppelin, todo un orgasmo para nuestro sentido del oído. La fiesta continúa con la rockera versión de I Got A Line On You de los americanos Spirit. En esta ocasión encontramos un corte bastante fiel al original y donde cuentan con la colaboración del vocalista de Jane’s Addiction, Perry Farrell y a la batería con Abe Laboriel Jr. quien toca en la banda de Paul McCartney. Otro grupo que no podía faltar son The Doors y para ello nos ofrecen un medley donde participa ni más ni menos que Robby Krieger, guitarrista superviviente de The Doors que interpreta la canción junto con Johnny Deep, Tommy Henriksen y Bruce Witkin. Las canciones elegidas son Five To One y Break On Through en las cuales Alice Cooper intenta ponerse en la piel de Jim Morrison haciendo una interpretación sobresaliente y haciéndonos ver las múltiples facetas vocales del frontman. Desde luego la canción ha sabido plasmar ese aura de psicodelia y misticismo que transmiten The Doors.
Puede que Harry Nilsson no sea muy conocido por aquí, pero seguro que las canciones que vas a escuchar te suenan de algo, puesto que han querido recuperar dos de sus grandes temas, One y Jump Into The Fire. De nuevo cuentan con la colaboración de Perry Farrell y tras la batería Dave Grohl quien para variar lo borda. El siguiente caso es por lo menos curioso: la canción Come And Get It estaba compuesta por Paul McCartney para The Beatles pero finalmente fue cedida para el grupo Badfinger. No es de extrañar que el propio McCartney colabore acaparando voz (y qué voz!), piano y bajo y donde por fin Joe Perry hace aparición para tocar la guitarra y repitiendo para el siguiente corte, Jeepster de T-Rex en una mezcla entre rock y country que no queda nada mal.
La figura de John Lennon no podía faltar en un tributo de estas magnitudes y como sorpresa se atreven con Cold Turkey, sacado de su proyecto The Plastic Ono Band haciendo una versión más dura que la original y cuyo resultado final no está nada mal. Es bastante raro que de entre todo el catálogo que dejó el grandísimo Jimi Hendrix, Alice Cooper haya escogido Manic Depression, pero se ha atrevido con él y el resultado es una canción que nos traslada a los 60 sin necesidad de ninguna máquina del tiempo, aunque también he de decir que es sin duda el tema más flojo de todos, y es que no es nada fácil transmitir ese feeling que transmitía Hendrix. Turno para The Small Faces y su canción Itchcoo Park que suena fresca y muy movida.
Justo en este momento más de uno pensará: Alice Cooper versionándose a sí mismo? Y yo digo: Y porqué no? Alice Cooper es historia del rock y en los setenta fue (y sigue siendo) una figura irrepetible, por lo que no es de extrañar que invite a muchos de sus amigos (Slash, Joe Perry a las guitarras, Brian Johnson a la segunda voz e incluso el batería original de Alice Cooper, Neil Smith) y juntos toquen una modernizada y cañera versión del School's Out que me parece lo mejor del disco y que hace que a uno se le caigan los huevos al suelo al escucharla, y si encima intercalan un trozo de Another Brick In The Wall pt.2 de Pink Floyd (tal y como viene haciendo Alice Cooper en sus directos) pues ya inmejorable. Para finalizar, otro tema original para la ocasión, My Dead Drunk Friends, dedicada a sus compañeros de juerga caídos en una canción emotiva pero macarra donde se nos invita a levantar nuestras copas y brindar por las almas de los Hollywood Vampires que ya no se encuentran en el mundo de los vivos. Todo un temazo donde tanto el estribillo como la parte coral son geniales.
En resumen estamos ante un disco curioso, divertido, sentido, lleno de artistas y colaboraciones de infarto donde Alice Cooper nos invita a viajar a los años dorados de desenfreno y locura del rok and roll a través de canciones míticas del género. Así que preparad vuestros hígados para litros de alcohol y uníos a la fiesta que el bueno del señor Fournier nos ha preparado. Estamos todos invitados a formar parte de los Hollywood Vampires!
Discográfica: Universal Music
Formación:
- Alice Cooper - voz, armónica
- Joe Perry - guitarra y coros
- Johnny Depp - guitarra y coros
- Tommy Henriksen - guitarra y coros
- Bruce Witkin - teclados, guitarra y coros
- Duff McKagan - bajo
- Matt Sorum - batería
Tracklist
- The Last Vampire
- Raise The Dead
- My Generation
- Whole Lotta Love
- I Got A Line On You
- Five To One / Break On Through
- One / Jump Into The Fire
- Come And Get It
- Jeepster
- Cold Turkey
- Manic Depression
- Tchycoo Park
- Schools Out / Another Brick In The Wall Part 2
- My Dead Drunk Friends
Puntuación: 8/10