Recuerdo la primera vez que ví en directo a
Paul Di'Anno. Fue en el festival
Leyendas del Rock del 2007. Recuerdo que minutos antes de salir a escena, me preguntaba muy escéptico si el bueno de Paul sabría cantar los temas de su etapa en
Iron Maiden. Momentos después apareció en un estado físico lamentable pero para suerte de todos, dió un concierto memorable, clavando los temas de la doncella para alegría y disfrute del personal.
Por desgracia, aquel concierto no tuvo absolutamente nada que ver con lo que muchos contemplamos el sábado pasado en la Sala Durango en una gira de nombre no escogido por casualidad, ya que el señor Di'Anno viene de cumplir una condena de un par de meses en prisión. Pero no adelantem
os acontecimientos y vayamos al principio de la noche, donde los leoneses
Everdream se encargaron de abrir el concierto al igual que estuvieron haciendo durante el resto de las fechas españolas de la gira del ex Maiden. Un grupo que practica un metal melódico de infuencias de bandas como
Nightwish o
Withim Temptation. Con vocalista femenina al frente,
Everdream tuvieron la tarea de calentar el ambiente de una sala que poco a poco se fue llenando hasta casi llenarla. La verdad es que no lo tuvieron difícil, ya que parte del público les apoyó desde el principio y el grupo a pesar del notable cansancio de los conciertos anteriores salieron muy animados y con ganas de cumplir su papel. Su música, mezcla de power metal con influencias góticas se mezcló con versiones como
Kickstart My Heart de
Mötley Crüe (que sonó muy descafeinada y algo alejada de su estilo) o
Wherever I My Roam de
Metallica que supieron adaptar a su terreno.
En resumen, supieron mantener al público entretenido. Una banda joven y nueva que con esta extensa gira han sabido llamar la atención.
Una vez cambiado el equipo y tras unos minutos expectantes, comenzaba la polémica: uno de los asistentes de la gira española de
Paul Di'Anno salía al escenario para dar un comunicado. Muchos ya nos temíamos la cancelación, pero lo que dijo fue que tras 8 días de conciertos seguidos la voz de Paul estaba afectada y que lo tuviéramos en cuenta. Paul iba a salir a dar el concierto pero no con toda su capacidad.
Y tras otros cuantos minutos, comenzó el concierto. Tras la intro
Ides Of March, tocada por la
banda, el señor Di'Anno, en un estado físico deplorable, se dirigió a nosotros con señas de estar afónico y comenzó un show que podría catalogarse de poco profesional. Vale que 8 conciertos seguidos pueden mermar la voz del cantante más experto, pero a esto hay que sumarle que
Paul Di'Anno nunca ha llevado una vida muy sana, llena de excesos que demostró durante el concierto (motivo principal por el que fuera expulsado de
Iron Maiden) Tras
Wratchild, que se encargó de cantar el público (como casi todo el concierto) Paul nos pidió disculpas por su estado de voz y nos dijo que esperaba que nosotros nos supiéramos las canciones ya que nos tocaba cantarlas más que él. Y tras esas palabras, llegó el turno de
Prowler. Decir que si algo consiguió hacer que la noche se hiciera más amena fue el comportamiento del público, el cual supo encajar esto de una manera filosófica y se dedicó a cantar los himnos de
Iron Maiden y hasta de hacer pogos. Mucha parte del público que abarrotaba las primeras filas era gente joven con ganas de escuchar temas de la doncella, y quizás eso le salvó el pellejo a Di'Anno.
La gira prometía las canciones de los dos primeros álbumes de
Iron Maiden, y Valencia se llevó la peor parte. El set list fue recortado y encima cayeron muchos temas de la época de
Paul Di'Anno en solitario que sinceramente podría haber sustituído por algunas de Maiden que se dejó en el tintero por sus problemas de voz. Al público se le prometieron canciones de
Iron Maiden que faltaron para dar hueco a temas de su frustrada carrera en solitario.
Así, tras varias canciones que el público recibió de forma muy fría volvieron los clásicos como
Murders In The Rue Morgue, Charlotte de Harlot, Killers o
The Phantom Of The Opera, que fue
la que mayor respuesta tuvo en la noche, un auténtico himno del heavy metal que por unos instantes consiguió hacernos olvidar el deplorable espectáculo que estábamos viendo. Entre disculpa y disculpa que nos pedía el vocalista y algunos intentos de presentar canciones (tuvo que pedir más de una vez al público que nos calláramos para que pudiera hablar sin forzar la voz) cayó un sólo de batería improvisado para que él pudiera recuperarse (y de paso regar sus cuerdas vocales con tabaco y alcohol) Sin duda, lo mejor de la noche fue su banda, toda de origen italiana que ejecutó las canciones correctamente y salvaron a Paul del ridículo absoluto.
Volvieron a salir para tocar la que fue la mejor canción de la noche,
Transylvania (sobra decir los motivos de por qué fue la mejor) y Paul regresó para cantarnos
Running Free y finalizó sacando su vena punk para ofrecernos una versión del
Gabba Gabba Hey de los
Ramones con un final soso y que dejó a muchos a cuadros.
El set list fue recortado dejando en el tintero temas imprescindibles como
Drifter, Purgatory, Remember Tomorrow o
Strange World que nos quedamos con las ganas de escuchar.
Podemos decir que
Paul Di'Anno demostró ser la sombra de lo que una vez fue y que una vida de excesos y malos cuidados conllevan a ser una vieja gloria que busca ser recordado por su pasado glorioso. Una lástima la verdad. Aquel concierto del Leyendas parece ser un día bueno que tuvo que atesoraré como un buen recuerdo y que me servirá para borrar lo que ví aquel día en la sala Durango...