viernes, 13 de diciembre de 2024

War Dogs - Only the Stars Are Left


Por fin llega el para muchos esperadísimo segundo trabajo de los ilicitanos War Dogs. Esta banda sorprendió en el circuito underground con sus directos y el debut Die By My Sword de 2020 los puso como una de las formaciones más a tener en cuenta dentro de su estilo. Ahora, tras 4 años de espera, la banda vuelve con más experiencia y nos trae su segundo álbum Only the Stars Are Left, de nuevo bajo el sello Fighter Records.

Para aquellas personas que no conozcan a War Dogs, estamos ante una joven formación que saben conjugar de manera muy hábil el heavy metal clásico con el speed metal añejo e impregnarlo con momentos épicos y solemnes, recordando a bandas como Visigoth o Manilla Road, destacando su calidad musical y su facilidad para crear melodías que logran transportarnos a sus letras.

Para este nuevo disco, han contado a la mezcla y masterización con Kyle McNeill (Seven Sisters, Phantom Spell) quien ha hecho un excelente trabajo y ha hecho justicia con el sonido de la banda.

Este segundo trabajo supone una mejora en todo lo que nos ofrecieron en el debut, siendo más maduro, complejo y añadiendo nuevas influencias, desde el power metal americano y europeo a elementos progresivos, dejando claro que en estos 4 años de diferencia entre ambos discos, War Dogs han sabido pulir y mejorar su fórmula.

La introductoria The Hour of Fate, con guitarras acústicas, nos ayuda a ponernos en situación para darnos paso a The Prosecution, donde el riff inicial ya nos recuerda a Visigoth y ese heavy metal más solemne y épico. La voz de Alberto, melódica y cálida, es ideal para guiarnos y acompañarnos durante las canciones, mientras que las guitarras cabalgan añadiendo más epicidad a la composición, que se acentúa con los coros y ese estribillo potente. Una primera toma de contacto más que sorprendente.

Riders of the Storm apuesta por la velocidad, dándonos un corte más cercano al speed metal, donde la batería de José V. Aldeguer destaca por su pegada y técnica. No van a faltar las guitarras galopando, teniendo cierta influencia en el power metal europeo. El estribillo es muy eficaz y las guitarras tienen su momento para brillar, destacando el solo de Eduardo, quien nos va a estar demostrando durante todo el álbum que es un grande a las 6 cuerdas, realizando solos muy técnicos.

Llegamos a la que es una trilogía conceptual en lo que a letras se refiere. Para este disco War Dogs han basado la mayoría de sus letras en la mitología cristiana, llegando a este conjunto que empieza con Heaven's Judgement, con un inicio oscuro y lento, muy atmosférico donde Alberto nos va metiendo de lleno en la historia, para después dar paso a una parte acelerada, con unas guitarras afiladas y la base rítmica contundente. Volvemos a encontrarnos otro solo de guitarra apoteósico y momentos con voces dobladas que ayudan a incrementar la intensidad de la letra.

Astral Queen es una de mis piezas favoritas del álbum, más directa y veloz, con esas influencias del power metal alemán, con melodías atrapantes y un estribillo ganador, donde tampoco faltan elementos progresivos y de nuevo una batería simplemente arrolladora. Me recuerda a Visigoth, pero también a los primeros Helloween. Seguramente el corte que le recomendaría a alguien que no ha escuchado nunca a War Dogs y con el que quisiera que los conociera.

Fallen Angel baja las revoluciones para ofrecernos un tema más machacón, donde la batería va marcando el ritmo con cada pegada, acompañada por un riff simple pero pegadizo mientras que Alberto a la voz hace una de sus mejores interpretaciones, volviéndose en algunos momentos más teatral y sentido. No va a faltar un grandioso solo por parte de Eduardo en un gran corte que cierra la primera parte del disco.

La cara B inicia con Vendetta, una de esas canciones que resume bien el sonido de War Dogs. Tenemos partes épicas en sus melodías y estribillo, velocidad, partes más heavys, sección rítmica poderosa, voz que logra transmitir la rabia del protagonista de la letra... otra de esas canciones que son ya un himno de los ilicitanos y cuyo estribillo se va a cantar a pleno pulmón en sus conciertos. Otra de las grandes canciones que encierra este disco.

Llegamos al corte que da título al disco, que abre de forma solemne, con la voz de Alberto cantando de forma casi ritual y que va subiendo en su intensidad hasta dar forma a una canción muy melódica y marcial, donde destaco nuevamente la labor de la batería, el estribillo épico y el trabajo de las guitarras creando melodías muy intensas hacia mitad de la canción.

The Seven Seal, inspirada en la película de Ingmar Bergman, es un retorno a la velocidad y a ese heavy metal más melódico y denso. Quiero volver a resaltar el tremendo trabajo de José a la batería (menudo máquina) y que pese a ser el tema de menor duración, su intensidad es abrumadora.

Llegamos al final con The Vengeance of Ryosuke Taiwara, la canción más épica y trabajada del disco, que cuenta con una mayor duración pero que no puedo dejar de escuchar. Todo aquí está perfecto, desde la intro y el final perfectamente narrado, las guitarras afiladas como katanas que van dándonos riffs y melodías muy eficientes, bajo y batería completamente contundentes, la voz que nos va contando la historia de forma muy teatral, los coros épicos y ese momento ambiental con el solo de Eduardo dominando la canción... simplemente este corte es pura epicidad y que cualquier fanático del heavy metal o del Japón feudal van a disfrutar muchísimo. Una forma excelente de cerrar un álbum impresionante.

El segundo trabajo de War Dogs mejora lo que ya nos ofrecieron 4 años atrás, siendo un disco más maduro, mejor producido, con canciones más trabajadas y con una banda que ha sabido dar en el clavo con su sonido. los seguidores del heavy metal épico tenemos un serio candidato a álbum del año del género.

Discográfica: Fighter Records

 

Formación

  • Alberto Rodríguez - Voz, guitarra
  • Eduardo Antón - Guitarra
  • Manuel Molina - Bajo
  • José V. aldeguer - Batería


Tracklist

  1. The Hour of Fate
  2. The Prosecution
  3. Riders of the Storm
  4. Heaven’s Judgement
  5. Astral Queen
  6. Fallen Angel
  7. Vendetta
  8. Only the Stars Are Left
  9. The Seventh Seal
  10. The Vengeance of Ryosuke Taiwara

 

Puntuación: 9/10

 

martes, 10 de diciembre de 2024

Grand Magus - Sunraven

 

Por fin, tras 5 años de ausencia discográfica, vuelven a la palestra los suecos Grand Magus. Este power trío llevan desde principios de los 2000 ofreciendo álbumes que encierran una calidad innegable y manejando con maestría elementos del doom metal, el stoner y el heavy metal más épico y monolítico, siendo esta última vertiente por la que llevan optando desde sus últimos trabajos pero dejando las anteriores presentes en ciertos momentos.

En 2019 publicaron Wolf God, un disco que sin ser malo, pasó un poco sin pena ni gloria, pero con Sunraven están dispuestos a redimirse, dándonos un álbum conceptual basado en el épico poema de Beowulf, por lo que la premisa ya promete. Así pues, vamos a encontrarnos un total de 9 canciones donde en apenas 35 minutos la banda despliega todos sus recursos y potencial. Un trabajo que se escucha rápido, sin pararse en canciones enrevesadas o pomposas, heavy metal que va directo al grano.

Así pues en Sunraven va a predominar ese heavy metal de tinte épico, dejando en segundo plano al doom. Si es cierto que siempre he sido más seguidor de la etapa donde Grand Magus tiraban más hacia composiciones lentas y densas, con discazos como Iron Will, Hammer of the North o The Hunt, su décimo álbum logra satisfacer mis ganas de material nuevo.

La portada es obra de Anthony Roberts, quien ya trabajó con la banda realizando las portadas de sus 3 anteriores trabajos y nos da una acorde al sonido y temática de la formación sueca.

Pasando a las canciones, Skybound nos presenta un heavy metal muy clásico al estilo que Grand Magus nos tienen acostumbrados, con una sección rítmica densa, riffs contundentes y la voz de JB Christoffersson que se mantiene inalterable a pesar de los años, muy reconocible y más que cumplidora, siendo un inicio prometedor y que deja con una buena primera impresión.

The Wheel of Pain se torna más pesada y baja revoluciones, siendo una genial mezcla de épica con esos toques de doom metal que por suerte no abandonan. Aquí el bajo nos da unas líneas más gruesas para ofrecer un muro sonoro inexpugnable. Sí que es cierto que el tema puede pecar de ser algo predecible, pero Grand Magus llevan haciendo esto desde más de dos décadas y al final repetir ciertos patrones es hasta cierto punto comprensible.

Sunraven es épica a más no poder, con guitarras galopantes, JB entonando unos registros ligeramente más agudos, riffs y melodías pegadizas (de hecho, el riff principal me recuerda a los Amon Amarth más actuales), además de un más que notable solo y una batería cuya pegada es más dinámica. No va a faltar ese bajo musculoso por parte de Fox Skinner. En líneas generales, el corte insignia de Sunraven, más accesible y pegadizo.

WinterStorms se ha convertido en mi pieza favorita desde que la escuché por primera vez. Inicio atmosférico, guitarra arrastrando el riff, un bajo crujiente y la batería marcando territorio. Ahora sí, regresan los Grand Magus más doom, recordándome a sus discos más notables. El estribillo es oscuro a la par que épico y se puede respirar esa magia que la banda sabe conjurar cuando se inspiran bien.

The Black Lake mantiene esa oscuridad con su intro de bajo y JB entonando de manera más grave y teatral. El riff principal es puro Black Sabbath, posiblemente el mejor riff de todo el disco. El solo también me parece una auténtica gozada, con JB demostrando que además de cantar, sabe dominar las 6 cuerdas. El doom metal sigue presente y de una manera espectacular. Junto al anterior corte, los dos mejores temas de Sunraven.

Regresamos al heavy metal más épico con Hour of the Wolf, con ese riff de la escuela de Judas Priest (alguien ha dicho The Electric Eye?) acelerando el tempo y dándonos unas melodías ideales para ser coreadas, si hasta dan ganas de empuñar una espada. Mención a su solo de guitarra y a los coros que nos invitan a unirnos a la batalla. Si íbais bucando épica y solemnidad, la habéis encontrado.

Grendel es directa y más básica en su contenido, donde el protagonismo se centra en el estribillo, de esos que se quedan grabados fácilmente, siendo una canción corta pero efectiva, un heavy metal más canónico disfrutable.

Volvemos a encontrar algo de repetición en To Heorot, siendo esa canción de Grand Magus que ya has escuchado antes en otros discos, pero no por ello deja de ser interesante, donde la batería de Ludwig Witt destaca, pudiendo lucirse más. No va a faltar esa melodía de guitarra que lleva la batuta y la ya siempre presente pesadez sonora.

Para terminar, The End Belongs to You, que arranca con la batería desatada, a la que le sigue una guitarra y bajo ultra densos, estribillo bastante directo y simple y esa acertada mezcla de pesadez y agresividad que logra cerrar el álbum de manera más que digna. Ojo a los solos de batería y guitarra que merecen su escucha de manera detenida.

Sunraven es, en líneas generales, el mejor trabajo de Grand Magus en más de una década, pudiendo medirse cara a cara con sus grandes títulos y donde recuperan esa esencia que los hizo tan grandes. De obligada escucha para todo seguidor de la banda sueca y para los amantes del heavy metal más denso. Ahora, sólo pido por favor, que hagan una gira y pasen por todas las salas y festivales posibles, que parece que los promotores los tienen algo olvidados y es una banda que merece más reconocimiento. Crucemos los dedos.

Discográfica: Nuclear Blast

 

Formación

  • JB - Voz, guirarra
  • Fox - Bajo
  • Ludwig - Batería


Tracklist

  1. Skybound
  2. The Wheel of Pain
  3. Sunraven
  4. Winter Storms
  5. The Black Lake
  6. Hour of the Wolf
  7. Grendel
  8. To Heorot
  9. The End Belongs to You

 

Puntuación: 8,25/10