Grata sorpresa me he llevado con el debut de esta banda alemana. Los descubrí un poco de casualidad cuando escuché por YouTube su single Iron Shackles y me conquistaron nada más reproducir la canción. Ahora, con el disco completo, esa sensación ha aumentado.
Luzifer pese a llevar un único álbum y un EP son gente conocida dentro del underground, ya que sus 3 miembros forman parte de la banda de speed metal Vulture, siendo Stefan Castevet vocalista y guitarrista, Steeler al bajo y Gereon Deceiver a la batería. En este proyecto han optado por un heavy metal más clásico de corte épico, con influencias de pesos pesados del género como Heavy Load o Mercyful Fate entre otras.
Pese a que el disco cuenta únicamente con 7 temas (uno de ellos un interludio instrumental) y apenas sobrepasar la media hora de duración, este debut encierra mucha calidad y un sonido atmosférico que logra atraernos y meternos de lleno en cada canción.
La propia Iron Shackles se encarga de abrir el álbum, con esos coros épicos, bajo y batería contundentes y un agudo sacado de la escuela de King Diamond, apoyado por unos llamativos y lustrosos teclados que aportan algo de peso y oscuridad a la canción y que a mí personalmente me recuerdan a Ghost (aunque aquí los más puristas se llevarán las manos a la cabeza al leer esto) El estribillo es perfecto, el solo de guitarra muy de la vieja escuela y en general una canción que de principio a fin bebe de ese heavy metal épico primigenio de finales de los 70 y principios de los 80. Una canción que le habré dado múltiples escuchas y que me sigue emocionando como la primera vez.
Barrow Downs mantiene ese espíritu oscuro y épico, pero acelerando algo más, con una batería que de manera pulcra y excelente marca el ritmo, mientras el bajo va retumbando de fondo y haciendo unos dibujos melódicos muy sorprendentes, con la guitarra cabalgando de fondo de manera más tímida. No faltan esos coros solemnes, los teclados juguetones y el solo de guitarra más melódico y tétrico.
Luzifer también apuestan por su lengua materna, ofreciendo cortes cantados en alemán (algo poco común en el heavy metal clásico) y tras la breve instrumental Faltige Schwingen Über Loudun nos golpean duro con Hexer (In Dreiteufelsnamen) con su inicio acústico y rimbombante que poco a poco va introduciendo al resto de instrumentos para culminar en su estribillo donde no vuelven a faltar los coros. Aquí la interpretación vocal de Castevet se torna más teatral, volviendo a emular a King Diamond en los agudos. Otra pieza que tira de epicidad y opulencia y que nos vuelve a impresionar con los recursos que emplean.
Wrath Of The Sorcerers es otro de esos cortes que con la primera escucha me dejaron impresionado. Vuelven a destacar esos teclados sacados de una película clásica de terror, guitarras algo más afiladas y contundentes, base rítmica machacona, otra genial actuación de las voces, que se meten en el papel y en definitiva, el tema más heavy del disco. Una maravilla.
Llegamos a la parte más llamativa y extraña del trabajo, ya que Luzifer versionan Der Goldene Reiter, la canción del artista de synthpop alemán Joachim Witt, intentando llevarla a su terreno, quedando un tema diferente y saliéndose de todo lo anterior, pero donde se nota que la banda buscaba divertirse y dar un toque más desenfadado al disco. Reconozco que desconocía la original y que tras escucharla, se entiende mejor ese brusco cambio sonoro y que aunque nos saca un poco de los esquemas anteriores, terminas enganchado a ella.
Para terminar regresan al heavy metal épico con Attila (Blazing Hooves) con esas líneas de bajo que tan bien van dejando huella a lo largo del disco, las guitarras que cabalgan cual ejército de unos comandados por Atila, los teclados que van haciendo de colchón sonoro y esa bestial batería que retruena en cada pegada. De nuevo estribillo fácil y simple que pide ser gritado bien alto y esa atmósfera cargada de solemnidad.
Iron Shackles es un álbum con el que Luzifer no esconden sus influencias y que van a entregarnos media hora de heavy metal épico de los 70 y 80 sin más pretensiones que pasarlo bien y dejarnos un disco que seguramente para muchos haya sido la sorpresa del 2022. Esperemos que este proyecto no quede en algo anecdótico y sigan publicando material como este porque desde luego, será recibido con los brazos abiertos.
Discográfica: High Roller Records
Formación
- Stefan Castevet - Voz, guitarra
- Steeler - Bajo
- Gereon Deceiver - Batería
Tracklist
- Iron Shackles
- Barrow Downs
- Faltige Schwingen Über Loudun
- Hexer (In Dreiteufelsnamen)
- Wrath Of The Sorcerers
- Der Goldene Reiter
- Attila (Blazing Hooves)
Puntuación: 8.5/10
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