Que Iron Maiden saquen nuevo disco de estudio conlleva muchas cosas: desde una campaña de publicidad bien estudiada y llevada, a expectativas muy elevadas por parte de los seguidores, ríos de tinta, dudas, opiniones encontradas... pero está claro que no deja a nadie indiferente.
Desde hace ya un tiempo (concretamente desde 1995 con su álbum The X Factor) la banda ha pasado a publicar trabajos donde predominan pasajes instrumentales extensos, temas de larga duración y musicalmente más elaborados en detrimento de canciones más cortas y directas. Esto no gusta a muchos de sus fieles, quienes argumentan que la banda murió hace años y que deberían volver a su estilo primigenio. Iron Maiden siempre se han caracterizado por no quedarse anclados en una fórmula, innovar y sobre todo, hacer lo que ellos quieren y no dar cuentas a nadie. Ya en su momento pasaron de hacer un heavy metal basado en el sonido de la NWOBHM a un heavy metal más técnico, para después incluir sonidos de sintetizadores hasta incluso adentrarse en pasajes más progresivos. Su éxito radica en parte a no estancarse y siempre hacerlo todo bien.
Ahora, tras 6 años desde su último trabajo The Book Of Souls, vuelven por todo lo alto con Senjutsu, posiblemente su disco más discutido y que más ha dividido a los fans desde hace años. Senjutsu no es un disco que vaya a convencer en su primera escucha y de hecho no lo pretende. Es un trabajo que hay que saber degustarlo, cogerlo con paciencia y desgranarlo, ya que su gracia reside en saber entender cada canción de manera independiente.
Para muchos, escuchar un disco de Iron Maiden por primera vez es un ritual (me incluyo en este grupo) y lo primero que hay que hacer es detenerse en su portada. La banda tiene el honor de contar con portadas que son ya símbolos y obras maestras del heavy metal incluso de la cultura popular, y eso es gracias a Eddie, quien es un miembro más de la banda y la cara visible del grupo. En esta ocasión han hecho de Eddie un samurái, ataviado con una armadura del Japón feudal con una expresión desafiante y con sangre, en el fragor de la batalla. Éste es uno de los mejores Eddies en años, aunque a la portada le habría ido bien un fondo que no fuera negro, al igual que pasó con el Eddie del The Book Of Souls. El artwork del disco es una maravilla, bien cuidado, con arte inspirado en ese Japón feudal y con detalles que hacen que en ese aspecto, el dinero invertido en el disco tenga su compensación.
Pero pasemos ya a hablar de las canciones. El álbum abre con Senjutsu, tema que da nombre al disco y donde encontramos la dupla de Adrian Smith y Steve Harris en la composición, que suele ser bastante efectiva. No es un tema que sea quizás el más indicado para abrir el disco, siendo un medio tiempo, pero es épico, con los tambores marciales de Nicko McBrain que como siempre, hace un trabajo impecable y un Bruce que se mueve en tonos más melódicos y medios, interpretando muy bien la letra y cuyo estribillo se va quedando en tu cabeza con las escuchas. Las guitarras van siguiendo la melodía vocal creando las suyas propias en algunos momentos, quedando algo relegadas en la canción exceptuando los solos. No falta el bajo de Steve Harris marcando el ritmo de fondo y capitaneando la formación. Un corte de 8 minutos que para empezar descoloca, pero si te dejas llevar por la atmósfera y la letra, te ves sumergido en esa épica y te entran ganas de entrar en la inminente batalla que se va a celebrar.
De ahí pasamos a Stratego, segundo tema que adelantó la banda, siendo éste más directo y heavy, compuesto por Janick Gers y Harris. Es un tema más acorde al sonido Maiden, con guitarras más afiladas y cabalgantes, acelerado y con el característico sello de la banda, con esa dupla de la sección rítmica donde McBrain marca el ritmo con su pegada mientras el bajo de Harris retumba y cabalga dejando su sello. Contamos con un excelente estribillo y un buen solo de guitarra. Épico y contundente, tema fijo para la próxima gira de presentación del disco y uno de los mejores de este trabajo.
Llega el turno de The Writting On The Wall, el single de Senjutsu y el tema con el que anunciaron la salida del disco y el cual vino presentado por un impresionante videoclip que nos dejó a todos con la boca abierta en su estreno. De esos que van a quedar en el recuerdo por su impresionante animación, mensaje y calidad. En lo musical, primera sorpresa al incluir sonido western y de country americano, algo que Iron Maiden nunca habían experimentado pero que introducen con total normalidad y que no queda nada mal, siendo de hecho un acierto. El tema, compuesto por Smith y Dickinson, se ha convertido ya en himno de la banda, otra canción que será inamovible en la próxima gira y que muchos ya nos conocemos al dedillo. El riff principal es pegadizo y heavy a su manera, que con la llegada de la pegada de la batería y el resto de guitarras aumenta en intensidad. Sobresaliente aquí para Bruce Dickinson, llegando a tonos más altos y haciendo otra interpretación para enmarcar. Si es cierto que en Senjutsu no arriesga con los agudos de antaño, demuestra tener una voz madura y que con el vino, mejora. Parece mentira que haya pasado por una enfermedad que por poco afecta a su carrera. No puedo dejar de mencionar la labor de Adrian Smith, Dave Murray y Janick Gers, "los tres amigos" que con sus solos, riffs y aportes, hacen de esta canción una maravilla con las seis cuerdas. Uno de mis cortes favoritos del disco que ya deseo escuchar en directo.
Lost In A Lost World es el primera de las piezas firmadas por Steve Harris en solitario, que predominan por su elevado minutaje. Eso para muchos es malo y para otros significa que llegan los mejores temas del trabajo. El caso es que destacan. En esta canción encuentro muchas similitudes con el sonido de Brave New World, de hecho opino que esta canción no desentonaría en el citado disco. Empieza con una intro acústica, con Bruce cantando más calmado y con coros doblados nunca escuchados antes. Tras la intro, pasamos a una parte más heavy, con guitarras más duras, bajo llevando el timón, como no podía ser menos y subida de la intensidad que desemboca en un puente muy melódico gracias a las guitarras y línea vocal y un estribillo que nos hace saltar y querer entonarlo. Las guitarras pasan a tocar unas melodías que son 100% Iron Maiden, más ochenteras y que se ven reforzadas con la pegada de McBrain y el agresivo bajo de Harris. Uno de mis momentos instrumentales favoritos del disco. No faltan los solos que los tres amigos se reparten para que cada uno aporte su toque y maestría. Otra de mis canciones favoritas de Senjutsu.
Days Of Future Past es otro de esos temas a resaltar, otra vez con la firma de Smith y Dickinson y donde el guitarrista aporta mucho, empezando por ese inicio guitarrero y rockero. Al ser el tema más corto del disco, van directos al grano, estructura clásica de estrofa y estribillo, el cual también es pegadizo, buen solo e incluso cierto protagonismo del teclado y sintetizadores. La canción, inspirada en la película Constantine, sabe transmitir ese mensaje y esa atmósfera. Una canción que también tiene todas las papeletas para ser interpretada en sus directos.
Time Machine pone el final al primer disco. De nuevo inicio acústico que da paso a una parte muy melódica y ligera donde Dickinson y la guitarra comparten melodía. De ahí pasamos a otro cambio de ritmo, más acelerado, que me recuerda mucho al tema Dance Of Death, el cual también fue compuesto por Gers, al igual que este tema, donde la melodía se lleva el protagonismo. Una canción con muchos matices y cambios de intensidad donde se nota mucho la mano de Janick. Puede llegar a tornarse repetitiva en ciertos momentos, pero tiene algunas partes muy destacables y que cuanto más escuchas, más engancha.
Pasamos al segundo disco, el cual es con diferencia más denso que el anterior. Comienza con Darkest Hour, un medio tiempo que casi roza la balada. Aquí, Dickinson pasa de cantar a interpretar, pues se pone en la piel de Wiston Churchill. El tema está inspirado en la película de mismo título que la canción donde abordan la vida del primer ministro de Inglaterra. De nuevo, se nota la afición de la banda por el cine y la historia. La canción abre con el sonido del mar y se nota la emoción y dramatismo que Dickinson impregna en cada nota, siendo aquí el absoluto protagonista. El solo transmite la misma emotividad y carga dramática, siendo un tema que quizás se aleja un poco a lo que Iron Maiden nos tienen acostumbrados, pero que puede llegar a recordar a Wasted Love o Tears Of The Dragon de la carrera en solitario del vocalista. Una canción excelente donde Bruce nos da una lección interpretativa y donde deja ver que es uno de los mejores vocalistas que hay en el planeta.
Llegamos a la que es sin duda la parte polémica del disco. Llegan las 3 últimas canciones, las 3 firmadas por Steve Harris y todas sobrepasando los 10 minutos de duración. Una parte final que puede hacerse para muchos densa y larga (y no les falta razón) Ha sido buena estrategia poner estas canciones seguidas? Buena idea o no, ha quedado claro que cuando Harris compone en solitario le gusta plasmar temas largos y épicos. Para muchos será lo peor de Senjutsu, para otros, un acierto. Sea como sea, rompo una lanza por ellos diciendo que si se escuchan de manera independiente entran mejor y se disfrutan más que sonando seguidos, por eso este trabajo se merece varias escuchas y no necesariamente de golpe.
La primera del trío es Death Of The Celts, con momentos que recuerdan descaradamente a The Clansman, donde Harris ha recurrido al auto plagio, aunque con más de 40 años de trayectoria, es difícil en muchos casos no repetirse o recurrir a ciertos elementos. Aquí el dominio del bajo es indiscutible y con partes de teclado que en ocasiones es excesivo, tapando las guitarras. Es Dickinson quien con sus partes vocales aportan esa épica al tema. La canción se va acelerando conforme llegamos al estribillo y el solo, pasando a un cambio de ritmo más marcial e igual de épico, siendo un pasaje instrumental muy bueno, típico de Iron Maiden y que es la mejor parte de la canción, donde no faltan solos, partes melódicas y momentos para corear. En definitiva, un The Clansman 2.0 que se disfruta pese a su inevitable comparación.
The Parchment es más oscura y compleja, con un riff conductor y de nuevo teclados en segundo plano aunque de nuevo, en ciertos momentos eclipsando a las guitarras. Encontramos melodías muy atmosféricas que nos ayudan a avanzar por la canción y los solos que esta ocasión y acorde con la pieza, son más oscuros y densos. Es otro de esos momentos en el que si cerramos los ojos y nos dejamos llevar, se nos hace corta y muy disfrutable.
Llegamos al último tema del disco, Hell On Earth, donde Harris desata todos sus recursos, siendo una de sus composiciones más complejas, con un inicio calmado que da paso a una explosión de heavy metal, con guitarras melódicas, buena pegada de batería y el bajo desbocado dejando su impronta y creando ese muro sonoro que sólo él y Maiden consiguen crear. Dickinson vuelve a bordarlo y a transmitir bien el mensaje, siendo un tema contestatario que habla en contra de los conflictos y de quienes los avivan. Tenemos partes melódicas y otras más agresivas, con solos de guitarra muy enérgicos, un estribillo potente y momentos intensos. Es sin duda la joya del disco, una de las mejores composiciones de Steve Harris ya no sólo del disco sino de los últimos años y un espectacular broche al disco.
Senjutsu es, por tanto, un disco que para muchos puede ser difícil de digerir, pero que no busca ser devorado de una sentada. Es un trabajo que hay que disfrutar, saborear y entender. Necesita muchas escuchas para que comprendamos que Iron Maiden están en un punto de su carrera que buscan este tipo de composiciones y que ya no tienen la edad ni la mentalidad para hacer los discos que hacían en los años 80 (quienes aún les piden eso, no lo han entendido todavía)
Así pues, siguiendo con la estela de sus trabajos anteriores, estamos ante un disco maduro, lleno de matices y que termina siendo muy disfrutable. Naturalmente se le pueden achacar cosas, se echa en falta uno o dos temas más directos y rápidos para disfrutar en algún bar tomando una cerveza o se le puede acusar de excesivo en su duración, pero es un gran trabajo, el cual sitúo por debajo de The Book Of Souls, que me gusta más, pero por encima de otros como The Final Frontier o Virtual XI. Ahora sólo falta que en directo defiendan el material y terminen de convencer a los escépticos.
Up The Irons!
Discográfica: Parlophone
Formación
- Steve Harris - Bajo
- Bruce Dickinson - Voz
- Adrian Smith - Guitarra
- Dave Murray - Guitarra
- Janick Gers - Guitarra
- Nicko McBrain - Batería