Primal Fear es una banda que se ha ganado a pulso el cariño del público. Llevan con este Metal Commando 13 álbumes a sus espaldas, publicándolos prácticamente sin descanso y sin apenas variar en su sonido, ofreciendo un heavy metal tradicional con el que se conecta fácilmente. La banda de Matt Sinner y Ralf Scheepers resulta imbatible a pesar de los años, teniendo una fiel base de seguidores y unos directos que rara vez defraudan.
Este Metal Commando es más de lo mismo, pero como siempre, hecho con cariño, fieles a su filosofía y sus estándares. Si algo funciona no se debe cambiar, o al menos eso piensan los teutones. Ciertamente este nuevo trabajo destaca por ser más directo, dejando de lado temas con toques progresivos o farragosos para darnos un heavy metal más básico, estando por encima de trabajos anteriores donde quisieron ir por derroteros más experimentales (dentro de lo que Primal Fear puede experimentar sin salirse de su fórmula)
El primer corte es I Am Alive, un verdadero torbellino de heavy metal, con esas guitarras desatadas las cuales van a ser las protagonistas a lo largo del disco, pero sin olvidarnos de una machacona batería a cargo del nuevo miembro Michael Ehré, quien también milita en Gamma Ray. Matt Sinner como siempre realiza un trabajo impecable al bajo y cómo no, no podemos dejar de hablar del mastodóntico Ralf Scheepers, quien sigue cantando como el primer día, siendo una de las voces más reconocibles de la escena y que derrocha carisma y feeling en cada nota. Un tema potente, pegadizo y con un estribillo 100% Primal Fear. Como digo, nada nuevo pero igualmente nos arranca una sonrisa y es que un nuevo trabajo de Primal Fear nunca está de más.
Pasamos a Along Came The Devil, pieza melódica con la batería en todo momento dictando el ritmo y unas guitarras que van repitiendo un riff muy de la escuela de Accept mientras Ralf va haciendo alarde de sus registros. Canción facilona pero adictiva, sin mucho misterio que nuevamente les queda como anillo al dedo.
Halo por su parte es más powermetalera, recordando a los Helloween de la época de los Keeper Of The Seven Keys. Ralf saca sus registros más agudos, en un estribillo épico y coreable, con doble bombo a saco y el trío de guitarristas formado por Tom Naumann, Magnus Karlsson y Alex Beyrodt hacen de las suyas entre riffs, solos y melodías. Uno de esos temas que siempre están presentes en los discos de Primal Fear, que gusta a los seguidores y que en directo nunca fallan.
Hear Me Calling es otro corte donde se vuelve a ver que la banda buscaba volver a sus orígenes. Su inicio lento con guitarras limpias va poco a poco creciendo en intensidad, para darnos otro excelente estribillo apoyado en coros que es el total protagonista y un solo de guitarra breve pero que cumple con su objetivo.
The Lost And The Forgotten destaca por la impresionante labor de Scheepers, quien sigue siendo un auténtico monstruo a las cuerdas vocales, emulando a Ripper Owens en algunos momentos con esos registros más rasgados y donde musicalmente recuerdan a Judas Priest, la banda de la cual son deudores de su sonido y que pese a que llevan años comparándolos ellos se sienten bien cómodos siendo sus alumnos aventajados.
My Name Is Fear de primeras nos arrolla con la fuerza de la batería, que nos deja sin respiración con el doble bombo y sus guitarras afiladas. No va a faltar el estribillo pegadizo marca de la casa, el solo de infarto y las guitarras que se doblan para traernos uno de los mejores momentos del disco. Un tema que encajaría perfectamente en sus primeros álbumes y que en directo seguro que no va a faltar.
No falta la balada de rigor y en esta ocasión tenemos I Will Be Gone, una preciosa pieza acústica donde Ralf nos emociona con su voz y el feeling que derrocha. Un oasis en medio del álbum que sirve para dejarnos llevar y disfrutar de la faceta más calmada de Primal Fear. No puedo dejar de mencionar el solo acústico que es una maravilla.
Raise Your Fists tiene todas las papeletas para convertirse en un himno de la banda y en ser carne de cañón en sus futuros directos. Nuevamente guitarras afiladas que se doblan en los momentos clave, una batería dominante, estribillo predecible pero efectivo... nada que no se haya visto antes, pero que sigue funcionando sin necesidad de arriesgarse y es que Primal Fear son expertos en hacer de lo simple algo exitoso.
Howl Of The Banshee tiene cierta garra en su melodía, donde aquí la base rítmica es la que le da punch a la canción, teniendo una batería que una vez más nos arrolla y unas buenas líneas de bajo. Quizás este estribillo, pese a no ser malo, se queda pequeño comparado con los anteriores, pero sigue siendo una buena canción donde toca una vez más alabar las cuerdas vocales de un Ralf Scheepers que parece haber hecho un pacto con el diablo.
Afterlife nos mete de lleno en un heavy metal machacón con esas guitarras que desprenden cierto toque groove, batería con doble bombo frenético, estribillo apoyado a los coros... una canción que si fuera cantada por Halford podría ser perfectamente un tema descartado del Painkiller. Los solos alternados por los 3 guitarristas son de lo mejor de esta canción, y es que los tres hachas del grupo demuestran ser una combinación ganadora que impregnan de calidad cada tema que rubrican.
Para terminar tenemos Infinity, corte de más de 13 minutos de duración donde se conjugan todos los elementos desarrollados por los alemanes, desde inicio acústico con melodías épicas, una voz más calmada y ambiental que acaban dando paso a las guitarras eléctricas trayendo una tormenta de riffs para que la batería, bajo y voz despierten del letargo sacando las garras. En esta ocasión el estribillo, melódico y épico transmite cierta fuerza y emoción acompañado por las guitarras que se doblan y que una vez más nos regalan unos solos que son de lo mejor del disco y que derrochan técnica. El final, sinfónico, pone el broche de oro a la canción.
Metal Commando es un retorno al sonido más clásico de Primal Fear, algo que seguro que alegra a más de uno de sus seguidores, trayendo un álbum donde repiten los esquemas de siempre pero con una minuciosidad y calidad que lo convierte en uno de sus mejores trabajos en años. Grata sorpresa.
Discográfica: Nuclear Blast
Formación
- Ralf Scheepers - Voz
- Tom Naumann - Guitarra
- Magnus Karlsson - Guitarra
- Alex Beyrodt - Guitarra
- Mat Sinner - Bajo
- Michael Ehré - Batería
Tracklist
- Am Alive
- Along Came The Devil
- Halo
- Hear Me Calling
- The Lost & The Forgotten
- My Name Is Fear
- I Will be Gone
- Raise Your Fists
- Howl Of The Banshee
- Afterlife
- Infinity
Puntuación: 8.25/10