Overkill están imparables en esta nueva década. Desde el lanzamiento del álbum Ironbound en 2010, los de Nueva Jersey no han parado de editar auténticos bombazos de thrash metal sin mostrar ápice de cansancio. Junto al nombrado Ironbound, The Electric Age (2012) y White Devil Armory (2014) han ido asentando a la banda en un sonido más crudo más modernizado pero sin perder sus raíces ni su identidad.
Su nueva obra The Grinding Wheel es otro contundente golpe en la mesa donde reafirman su buen estado de forma. Tan sólo hay que darle al play para que Mean, Green, Killing Machine nos vuele la cabeza con esa intro dominada por la batería dando paso a unas guitarras agresivas por cortesía de Dave Linsk y Derek “The Skull” Tailer. Todo un muro sonoro, contundente, con toques clásicos y donde no falta la peculiar voz de Bobby “Blitz” Ellsworth y las poderosas líneas de bajo de D.D. Vern. El cambio de ritmo hacia mitad del tema hacia un lado melódico para luego retomar la senda más thrasher es una delicia.
Goddamn Trouble es el single del álbum y con razón. Un auténtico torbellino de puro thrash metal con toques punk y esa inspiración en los Motörhead hace que no paremos de mover la cabeza mientras la banda nos ofrece toda su brutalidad, sus riffs más gamberros y a un Bobby dando lo mejor de sí. 100% Overkill.
Sigue la carnicería sonora con Our Finest Hour, con unas guitarras juegan a entrecortarse mientras que D.D. Vern domina el tema a golpe de bajo. Shine On destaca por el contraste de su inicio machacón y brutal con la vuelta de tuerca que dan hacia mitad de tema pasándose al doom macabro y oscuro que recuerda a Candlemass o Pentagram. The Long Road es otro corte peculiar con una intro con tambores de guerra y unas guitarras que nos transportan a la NWOBHM y donde inevitablemente me hacen recordar al Killers de Iron Maiden. Tras esa intro retornan al thrash metal de la vieja escuela donde el cuerpo nos pide entrar en el primer mosh pit que encontremos.
Con Let’s All Go To Hades la banda vuelve a juguetear con los sonidos oscuros y melódicos en una pieza divertida, diferente y gamberra donde no faltan esos aires punk y riffs sucios que dan ese toque distintivo a la canción. Come Heavy es otro de los temas estrella del disco, con ese inicio groove donde Overkill se nota que disfrutan jugando a mezclar en una canción ese groove heredero de Pantera con ligeros toques de rock y punk y donde le añaden una letra crítica a la par que divertida.
Red White And Blue llega para llevarse por delante a todo lo que quede con vida en otro tema que va cuesta abajo sin frenos. Brutalidad y agresividad con el sello de Overkill. The Wheel es una demostración de thrash metal clásico muy bien ejecutado mientras que The Grinding Wheel corona el disco con sus 8 minutos épicos donde pasan del medio tiempo machacón al heavy metal más puro, con cambios de ritmo muy bien enlazados y con unos últimos minutos que son simplemente magníficos. Por si no es suficiente, queda la versión de Emerald, el clásico de Thin Lizzy que llevan a su terreno pero sin perder la esencia del tema original.
The Grinding Wheel es un álbum que saca la enorme capacidad compositiva que tienen Overkill. Puro thrash metal de la vieja escuela donde hay cabida para la experimentación. Uno de sus mejores trabajos de la actualidad y uno de los mejores discos de thrash metal de este 2017. Overkill siguen subiendo peldaños sin mostrar cansancio. Su decimo octavo disco de estudio vuelve a colocarlos en lo alto sin perder nada de su agresividad ni su característico sonido. Y que sea así por muchos años más
Discográfica: Nuclear Blast
Formación
- D.D. Verni - Bajo, coros
- Bobby “Blitz” Ellsworth - Voz
- Dave Linsk - Guitarra
- Derek “The Skull” Tailer - Guitarra
- Ron Lipnicki - Batería
Tracklist
- Mean Green Killing Machine
- Goddamn Trouble
- Our Finest Hour
- Shine On
- The Long Road
- Let’s All Go To Hades
- Come Heavy
- Red White And Blue
- The Wheel
- The Grinding Wheel
Puntuación: 8.50/10
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