viernes, 13 de diciembre de 2024

War Dogs - Only the Stars Are Left


Por fin llega el para muchos esperadísimo segundo trabajo de los ilicitanos War Dogs. Esta banda sorprendió en el circuito underground con sus directos y el debut Die By My Sword de 2020 los puso como una de las formaciones más a tener en cuenta dentro de su estilo. Ahora, tras 4 años de espera, la banda vuelve con más experiencia y nos trae su segundo álbum Only the Stars Are Left, de nuevo bajo el sello Fighter Records.

Para aquellas personas que no conozcan a War Dogs, estamos ante una joven formación que saben conjugar de manera muy hábil el heavy metal clásico con el speed metal añejo e impregnarlo con momentos épicos y solemnes, recordando a bandas como Visigoth o Manilla Road, destacando su calidad musical y su facilidad para crear melodías que logran transportarnos a sus letras.

Para este nuevo disco, han contado a la mezcla y masterización con Kyle McNeill (Seven Sisters, Phantom Spell) quien ha hecho un excelente trabajo y ha hecho justicia con el sonido de la banda.

Este segundo trabajo supone una mejora en todo lo que nos ofrecieron en el debut, siendo más maduro, complejo y añadiendo nuevas influencias, desde el power metal americano y europeo a elementos progresivos, dejando claro que en estos 4 años de diferencia entre ambos discos, War Dogs han sabido pulir y mejorar su fórmula.

La introductoria The Hour of Fate, con guitarras acústicas, nos ayuda a ponernos en situación para darnos paso a The Prosecution, donde el riff inicial ya nos recuerda a Visigoth y ese heavy metal más solemne y épico. La voz de Alberto, melódica y cálida, es ideal para guiarnos y acompañarnos durante las canciones, mientras que las guitarras cabalgan añadiendo más epicidad a la composición, que se acentúa con los coros y ese estribillo potente. Una primera toma de contacto más que sorprendente.

Riders of the Storm apuesta por la velocidad, dándonos un corte más cercano al speed metal, donde la batería de José V. Aldeguer destaca por su pegada y técnica. No van a faltar las guitarras galopando, teniendo cierta influencia en el power metal europeo. El estribillo es muy eficaz y las guitarras tienen su momento para brillar, destacando el solo de Eduardo, quien nos va a estar demostrando durante todo el álbum que es un grande a las 6 cuerdas, realizando solos muy técnicos.

Llegamos a la que es una trilogía conceptual en lo que a letras se refiere. Para este disco War Dogs han basado la mayoría de sus letras en la mitología cristiana, llegando a este conjunto que empieza con Heaven's Judgement, con un inicio oscuro y lento, muy atmosférico donde Alberto nos va metiendo de lleno en la historia, para después dar paso a una parte acelerada, con unas guitarras afiladas y la base rítmica contundente. Volvemos a encontrarnos otro solo de guitarra apoteósico y momentos con voces dobladas que ayudan a incrementar la intensidad de la letra.

Astral Queen es una de mis piezas favoritas del álbum, más directa y veloz, con esas influencias del power metal alemán, con melodías atrapantes y un estribillo ganador, donde tampoco faltan elementos progresivos y de nuevo una batería simplemente arrolladora. Me recuerda a Visigoth, pero también a los primeros Helloween. Seguramente el corte que le recomendaría a alguien que no ha escuchado nunca a War Dogs y con el que quisiera que los conociera.

Fallen Angel baja las revoluciones para ofrecernos un tema más machacón, donde la batería va marcando el ritmo con cada pegada, acompañada por un riff simple pero pegadizo mientras que Alberto a la voz hace una de sus mejores interpretaciones, volviéndose en algunos momentos más teatral y sentido. No va a faltar un grandioso solo por parte de Eduardo en un gran corte que cierra la primera parte del disco.

La cara B inicia con Vendetta, una de esas canciones que resume bien el sonido de War Dogs. Tenemos partes épicas en sus melodías y estribillo, velocidad, partes más heavys, sección rítmica poderosa, voz que logra transmitir la rabia del protagonista de la letra... otra de esas canciones que son ya un himno de los ilicitanos y cuyo estribillo se va a cantar a pleno pulmón en sus conciertos. Otra de las grandes canciones que encierra este disco.

Llegamos al corte que da título al disco, que abre de forma solemne, con la voz de Alberto cantando de forma casi ritual y que va subiendo en su intensidad hasta dar forma a una canción muy melódica y marcial, donde destaco nuevamente la labor de la batería, el estribillo épico y el trabajo de las guitarras creando melodías muy intensas hacia mitad de la canción.

The Seven Seal, inspirada en la película de Ingmar Bergman, es un retorno a la velocidad y a ese heavy metal más melódico y denso. Quiero volver a resaltar el tremendo trabajo de José a la batería (menudo máquina) y que pese a ser el tema de menor duración, su intensidad es abrumadora.

Llegamos al final con The Vengeance of Ryosuke Taiwara, la canción más épica y trabajada del disco, que cuenta con una mayor duración pero que no puedo dejar de escuchar. Todo aquí está perfecto, desde la intro y el final perfectamente narrado, las guitarras afiladas como katanas que van dándonos riffs y melodías muy eficientes, bajo y batería completamente contundentes, la voz que nos va contando la historia de forma muy teatral, los coros épicos y ese momento ambiental con el solo de Eduardo dominando la canción... simplemente este corte es pura epicidad y que cualquier fanático del heavy metal o del Japón feudal van a disfrutar muchísimo. Una forma excelente de cerrar un álbum impresionante.

El segundo trabajo de War Dogs mejora lo que ya nos ofrecieron 4 años atrás, siendo un disco más maduro, mejor producido, con canciones más trabajadas y con una banda que ha sabido dar en el clavo con su sonido. los seguidores del heavy metal épico tenemos un serio candidato a álbum del año del género.

Discográfica: Fighter Records

 

Formación

  • Alberto Rodríguez - Voz, guitarra
  • Eduardo Antón - Guitarra
  • Manuel Molina - Bajo
  • José V. aldeguer - Batería


Tracklist

  1. The Hour of Fate
  2. The Prosecution
  3. Riders of the Storm
  4. Heaven’s Judgement
  5. Astral Queen
  6. Fallen Angel
  7. Vendetta
  8. Only the Stars Are Left
  9. The Seventh Seal
  10. The Vengeance of Ryosuke Taiwara

 

Puntuación: 9/10

 

martes, 10 de diciembre de 2024

Grand Magus - Sunraven

 

Por fin, tras 5 años de ausencia discográfica, vuelven a la palestra los suecos Grand Magus. Este power trío llevan desde principios de los 2000 ofreciendo álbumes que encierran una calidad innegable y manejando con maestría elementos del doom metal, el stoner y el heavy metal más épico y monolítico, siendo esta última vertiente por la que llevan optando desde sus últimos trabajos pero dejando las anteriores presentes en ciertos momentos.

En 2019 publicaron Wolf God, un disco que sin ser malo, pasó un poco sin pena ni gloria, pero con Sunraven están dispuestos a redimirse, dándonos un álbum conceptual basado en el épico poema de Beowulf, por lo que la premisa ya promete. Así pues, vamos a encontrarnos un total de 9 canciones donde en apenas 35 minutos la banda despliega todos sus recursos y potencial. Un trabajo que se escucha rápido, sin pararse en canciones enrevesadas o pomposas, heavy metal que va directo al grano.

Así pues en Sunraven va a predominar ese heavy metal de tinte épico, dejando en segundo plano al doom. Si es cierto que siempre he sido más seguidor de la etapa donde Grand Magus tiraban más hacia composiciones lentas y densas, con discazos como Iron Will, Hammer of the North o The Hunt, su décimo álbum logra satisfacer mis ganas de material nuevo.

La portada es obra de Anthony Roberts, quien ya trabajó con la banda realizando las portadas de sus 3 anteriores trabajos y nos da una acorde al sonido y temática de la formación sueca.

Pasando a las canciones, Skybound nos presenta un heavy metal muy clásico al estilo que Grand Magus nos tienen acostumbrados, con una sección rítmica densa, riffs contundentes y la voz de JB Christoffersson que se mantiene inalterable a pesar de los años, muy reconocible y más que cumplidora, siendo un inicio prometedor y que deja con una buena primera impresión.

The Wheel of Pain se torna más pesada y baja revoluciones, siendo una genial mezcla de épica con esos toques de doom metal que por suerte no abandonan. Aquí el bajo nos da unas líneas más gruesas para ofrecer un muro sonoro inexpugnable. Sí que es cierto que el tema puede pecar de ser algo predecible, pero Grand Magus llevan haciendo esto desde más de dos décadas y al final repetir ciertos patrones es hasta cierto punto comprensible.

Sunraven es épica a más no poder, con guitarras galopantes, JB entonando unos registros ligeramente más agudos, riffs y melodías pegadizas (de hecho, el riff principal me recuerda a los Amon Amarth más actuales), además de un más que notable solo y una batería cuya pegada es más dinámica. No va a faltar ese bajo musculoso por parte de Fox Skinner. En líneas generales, el corte insignia de Sunraven, más accesible y pegadizo.

WinterStorms se ha convertido en mi pieza favorita desde que la escuché por primera vez. Inicio atmosférico, guitarra arrastrando el riff, un bajo crujiente y la batería marcando territorio. Ahora sí, regresan los Grand Magus más doom, recordándome a sus discos más notables. El estribillo es oscuro a la par que épico y se puede respirar esa magia que la banda sabe conjurar cuando se inspiran bien.

The Black Lake mantiene esa oscuridad con su intro de bajo y JB entonando de manera más grave y teatral. El riff principal es puro Black Sabbath, posiblemente el mejor riff de todo el disco. El solo también me parece una auténtica gozada, con JB demostrando que además de cantar, sabe dominar las 6 cuerdas. El doom metal sigue presente y de una manera espectacular. Junto al anterior corte, los dos mejores temas de Sunraven.

Regresamos al heavy metal más épico con Hour of the Wolf, con ese riff de la escuela de Judas Priest (alguien ha dicho The Electric Eye?) acelerando el tempo y dándonos unas melodías ideales para ser coreadas, si hasta dan ganas de empuñar una espada. Mención a su solo de guitarra y a los coros que nos invitan a unirnos a la batalla. Si íbais bucando épica y solemnidad, la habéis encontrado.

Grendel es directa y más básica en su contenido, donde el protagonismo se centra en el estribillo, de esos que se quedan grabados fácilmente, siendo una canción corta pero efectiva, un heavy metal más canónico disfrutable.

Volvemos a encontrar algo de repetición en To Heorot, siendo esa canción de Grand Magus que ya has escuchado antes en otros discos, pero no por ello deja de ser interesante, donde la batería de Ludwig Witt destaca, pudiendo lucirse más. No va a faltar esa melodía de guitarra que lleva la batuta y la ya siempre presente pesadez sonora.

Para terminar, The End Belongs to You, que arranca con la batería desatada, a la que le sigue una guitarra y bajo ultra densos, estribillo bastante directo y simple y esa acertada mezcla de pesadez y agresividad que logra cerrar el álbum de manera más que digna. Ojo a los solos de batería y guitarra que merecen su escucha de manera detenida.

Sunraven es, en líneas generales, el mejor trabajo de Grand Magus en más de una década, pudiendo medirse cara a cara con sus grandes títulos y donde recuperan esa esencia que los hizo tan grandes. De obligada escucha para todo seguidor de la banda sueca y para los amantes del heavy metal más denso. Ahora, sólo pido por favor, que hagan una gira y pasen por todas las salas y festivales posibles, que parece que los promotores los tienen algo olvidados y es una banda que merece más reconocimiento. Crucemos los dedos.

Discográfica: Nuclear Blast

 

Formación

  • JB - Voz, guirarra
  • Fox - Bajo
  • Ludwig - Batería


Tracklist

  1. Skybound
  2. The Wheel of Pain
  3. Sunraven
  4. Winter Storms
  5. The Black Lake
  6. Hour of the Wolf
  7. Grendel
  8. To Heorot
  9. The End Belongs to You

 

Puntuación: 8,25/10


miércoles, 13 de noviembre de 2024

Unto Others - Never, Neverland


El pasado mes de septiembre vio las luz el tercer trabajo de los norteamericanos Unto Others, banda que desde su debut Mana en 2021 se han convertido en una de las bandas revelación dentro del circuito underground gracias a su ingeniosa mezcla de rock gótico y heavy metal.

Ese cóctel tan bien agitado parece ser la fórmula de su éxito, el cual crece con cada entrega. Si el segundo álbum Strenght fue la consolidación, ahora con Never, Neverland terminan de despegar, dándonos su disco más ecléctico pero a la vez el más completo de su carrera.

Los que ya conozcan de anterioridad a la banda ya saben lo que les espera: pasajes instrumentales atmosféricos, guitarras melancólicas, riffs potentes y la peculiar voz de Gabriel Franco que es capaz de transmitir toda esa magia que les envuelve. Para quien sea su primera vez con Unto Others, van a encontrar similitudes o referencias a bandas como Danzig, Type O Negative o Summerlands.

En este álbum encontramos un total de 16 cortes (17 si se escucha la edición deluxe) donde se incluyen pequeñas introducciones, por lo que pese al número de canciones, el disco se escucha con bastante fluidez y sin resultar empalagante.

Todo inicia con Butterfly, que en su día ya fue el single, con esos tintes melódicos y melancólicos es todo un homenaje a ese rock gótico de los 80 y 90, con gran presencia del bajo, guitarras que van combinando lo melódico con potencia, una buena pegada a la batería y la voz de Gabriel capitaneando el barco.

La primera sorpresa del disco es Momma Likes the Door Closed, una pieza más enfocada al punk, donde las influencias de Misfits o los ya mencionados Danzig son más que evidentes, pero también hay ciertos toques de heavy metal, con Colin Vranizan a la batería realizando blast beats o riffs más metálicos por parte de Sebastián Silva, mientras que Brandon Hill al bajo se vuelve pieza esencial. El tema más gamberro de su discografía que puedo escuchar una y otra vez sin cansarme.

Angel of the Night sirve para rebajar las revoluciones y brindarnos una pieza más relajada y atmosférica que logra impregnar con ese aroma onírico el ambiente coronado por el solo de Silva. Suicide Today también llama la atención por sus ligeros toques pop, siendo un corte más comercial, con esas vibras noventeras, dejando claro que Unto Others no tienen miedo a experimentar y no les tiembla la mano al incorporar toda clase de estilos.

Algo parecido ocurre con Sunshine, más ligera en su propuesta, donde está esa conjugación entre tristeza y optimismo que desprende la letra, con un estribillo tremendamente pegadizo y que es de esas canciones que cuesta quitarse de la cabeza una vez la asimilas.

La escueta Glass Slippers, con la guitarra desprendiendo un ambiente de misterio, da paso a Fame, donde se recuperan esas guitarras metaleras y el bajo sacando músculo, siendo una canción breve pero concisa y efectiva, que nos da a los Unto Others más canónicos. Por su parte When the Kids Get Caught tiene esa faceta más gótica, con la voz de Gabriel más marcada y grave y un excelente solo de Silva.

Otra sorpresa es Flatline, que es apenas poco más de un minuto nos da una descarga con influencias del black metal, con el tremolo en las guitarras y un agresivo blast beat a la batería. Otra de esas joyas que muestran la versatilidad de Unto Others, capaces de darnos diversos estilos dentro de su sonido.

Time Goes On es otro de esos oasis de calma contenida, con un estribillo facilón, coros llamativos y unas guitarras cristalinas que de vez en cuando se ven irrumpidas por momentos más metálicos. De esas canciones que con cada escucha, ganan puntos.

Cold World transmite esa oscuridad tanto en su letra como en la melancolía de las líneas vocales de Gabriel, con unas palmas en el estribillo que le dan un toque más distintivo y el solo de guitarra con influencias blues que me parece de los más trabajados del álbum. I Am The Light es quizás la canción más triste, con Gabriel interpretando de manera más teatral, que pese a su brevedad en cuanto al minutaje es interesante su propuesta.

Farewell... es otro interludio que sirve como introducción a Raigeki 雷撃 otra de las piezas a destacar de Never, Neverland, por tener esos rasgos que tanto diferencian a Unto Others, con otro buen estribillo, guitarras que se doblan en los momentos de más intensidad y uno de los mejores solos por parte de Silva que vas a encontrar en el disco.

Hoops nos atrapa desde el primer segundo con su melodía a la guitarra y nos quedamos por otras cosas como los coros, palmas, la batería haciendo uno de sus mejores trabajos del álbum... un tema instrumental que vuelve a dejar claro la calidad que la banda alberga, capaces de crear y componer piezas que funcionan tanto en solitario como en conjunto.

Cierran con la propia Never, Neverland, el tema más largo del disco, donde Unto Others ya van a lo seguro con su rock gótico, más calmado pero hipnotizante y atmosférico, donde la banda se encuentra en su zona de confort y no fallan. En la edición deluxe se incluye la versión de Pet Sematary de los Ramones, la cual les queda como anillo al dedo y pasan por su filtro, siendo una cover bastante acertada dentro de su estilo.

Con este tercer álbum Unto Others juegan a experimentar, saliéndose en algunas canciones de lo establecido anteriormente, pero que funciona, siendo su trabajo más completo e interesante de lo que hasta ahora han publicado. Tanto si ya eras seguidor de la banda como si es tu primera incursión en la banda, te lo recomiendo mucho. Seguro que Unto Others tras este disco van a subir como la espuma y no me extrañaría que dentro de nada estén un escalón por encima en popularidad. Bandas como estas escasean y cuando una de ellas da el campanazo, hay que aprovecharlo.

Discográfica: Century Media

 

Formación

  • Gabriel Franco - Voz, guitarra
  • Sebastián Silva - Guitarra
  • Brandon Hill - Bajo
  • Colin Vranizan - Batería


Tracklist

  1. Butterfly
  2. Momma Likes the Door Closed
  3. Angel of the Night
  4. Suicide Today
  5. Sunshine
  6. Glass Slippers
  7. Fame
  8. When the Kids Get Caught
  9. Flatline
  10. Time Goes On
  11. Cold World
  12. I Am the Light
  13. Farewell...
  14. Raigeki 雷撃
  15. Hoops
  16. Never, Neverland
  17. Pet Sematary

 

Puntuación: 8.25/10

 

miércoles, 25 de septiembre de 2024

Lunage - Tales Of The Forgotten Lands


Tenemos ante nosotros el debut de Lunage, el proyecto musical de Miguel de Lys, divulgador en Youtube que en los últimos años ha ganado fama por sus vídeos donde desgrana canciones del heavy metal y su historia, además de otros productos culturales como cine, videojuegos o literatura. Además, es colaborador en la radio y ha escrito 2 novelas de temática histórica. En 2022 publicó un EP de este proyecto musical y ahora da el salto con su primer disco.

En este trabajo, titulado Tales Of The Forgotten Lands, Miguel de Lys da rienda suelta a sus influencias musicales, mezclando estilos como el power metal, el death metal melódico o el folk metal, que lejos de sonar a un batiburrillo, logra que se conjuguen de manera lógica y suene compacto, dándonos unas canciones donde predomina la melodía, mezcla de voces limpias y guturales y letras que logran transportarnos de lleno a las historias que nos cuentan.

La portada ha sido obra de David Mallo, con ese espíritu de las portadas de los 80 y principios de los 90 que logra resumir muy bien la filosofía del disco.

Decir que tanto letra como la música son obra del propio Miguel, pero que ha contado con diversos colaboradores para terminar de pulir el álbum. Manolo Parra, guitarrista de la banda Arendel ha sido el encargado de realizar arreglos y los solos, mientras que las voces han corrido a cargo del italiano Eric Castiglia, músico de sesión quien canta tanto las partes limpias como guturales. Por último de los arreglos celtas se ha encargado Ian Fontova.

Pasando al análisis de las canciones, el disco abre con Lord of the Wolves, un tema épico donde se nota esa combinación de power metal, con doble bombo y solo de guitarra acelerado y death metal de vertiente más melódica con esa aparición de la voz gutural y con una letra que aborda la figura del naturalista y divulgador Félix Rodríguez de la Fuente. Una primera toma de contacto que sirve para ver un poco la esencia del álbum.

Through the Realms of Death nos habla del mito de Orfeo y Eurídice, y es que al igual que en su canal de Youtube, las letras van a tratar de temas históricos, mitológicos o de la cultura popular, algo de lo que él es experto. En lo musical es más power metal, con esas influencias de Blind Guardian con guitarras que van dibujando melodías, un estribillo muy marcado, solo de guitarra ultra melódico y el doble bombo que va a estar presente durante toda la canción. Sin duda, el corte que más va a gustar a los seguidores de este género.

Black Wings baja ligeramente las revoluciones para acercarnos la triste historia de Ruyard Kipling, el autor de la novela El Libro de la Selva y su cruzada por encontrar a su hijo fallecido en la I Guerra Mundial, historia de la que os recomiendo que leáis. Es más oscura, atmosférica, donde las voces guturales ganan más presencia para aportar esa melancolía que se va arrastrando en toda la canción.

De ahí pasamos al power metal más acelerado con Fire and Blood, que se basa en las novelas de Canción de Hielo y Fuego del autor George R.R. Martin. Aquí es quizás donde mejor se puede encontrar ese equilibrio entre ambas voces, con otro estribillo fácil de corear y donde las guitarras cobran un mayor protagonismo, jugando a doblarse en ocasiones y ofrecernos otro gran solo. El trabajo de Manolo Parra y de Eric Castiglia aquí es sobresaliente.

The Winter's Call es posiblemente, mi pieza favorita del disco, donde musicalmente viran más hacia el death metal melódico y donde se aprecia una notable influencia de bandas como Amorphis o Tyr. La melodía inicial de guitarra es hipnotizante y el estribillo me parece uno de los mejores del disco, algo más ligero pero no por ello cargado de garra y donde se nos habla de un tema más personal en la vida del compositor del trabajo.

The Potion es un tema instrumental más enfocado al folk, con influencias y melodías celtas que sirve para evadirnos y dejarnos llevar por sus pasajes y atmósfera, donde los instrumentos tradicionales celtas toman las riendas, dejando guitarras y batería en un segundo plano.

Shadows in my Heart nos traslada en su letra al videojuego Baldur's Gate, donde en el apartado musical se puede apreciar mayor presencia de teclados y con el retorno del doble bombo y guitarras más machaconas. Tenemos otro estribillo pegadizo y un apartado musical más calmado con guitarras limpias y teclado hacia mitad de la canción que sirve para pillar impulso y darnos una segunda parte más power metal e intensa con un final frenético donde se llega a escuchar al propio Miguel narrar unas líneas de voz.

No abandonamos la temática de los videojuegos ya que Stormrage se centra en el personaje de mismo nombre del popular juego World of Warcraft. La inspiración en el power metal europeo es más que evidente, y la aparición de las voces guturales logran dar un giro, siendo en lo instrumental un corte más complejo en ciertos momentos, la melodía principal es bastante llamativa y en general otra de esas canciones a destacar del disco.

Over the Seas and the Mist retoma el folk con guitarra acústica acompañada de instrumentos celtas, dándonos una canción más relajada y que invita a cerrar los ojos y dejarnos llevar, totalmente alejada del terreno metálico pero que sirve como un pequeño oasis en el que parar a deleitarnos con esos pasajes instrumentales.

Halls of Gold rompe con lo anterior con un corte que en su melodía de guitarra me recuerda mucho a Ensiferum, con otro estribillo resultón y donde quizás, por las influencias, se echan en falta más momentos a la voz gutural, que harían que el tema fuera más potente y llamativo. La aparición de instrumentos folklóricos aumentan la intensidad junto a un pequeño interludio con guitarras acústicas que sirven de puente para regresar al estribillo. Otro de mis momentos favoritos del disco, más épico e intenso.

Para finalizar tenemos Wise Man's Fear, con la letra basada en la novela de mismo nombre, siendo además la canción de mayor duración del disco con más de ocho minutos y donde vamos a encontrarnos con todos los recursos que hemos ido viendo a lo largo del disco, desde momentos más melódicos con guitarras ofreciendo fraseos llamativos, estribillo que irrumpe con fuerza, pasajes instrumentales atmosféricos, un solo de guitarra que corta con lo anterior para darnos unos segundos más intensos, teclados y mayor presencia de arreglos sinfónicos... una amalgama de elementos que hacen de esta canción la más compleja del álbum y que sirve para dar cierre al trabajo que Miguel de Lys ha querido ofrecernos para mostrar sus inquietudes musicales.

En líneas generales Tales Of The Forgotten Lands es un trabajo que gustará a aquellos que sean seguidores de los estilos musicales ya mencionados y que si encima eres seguidor de su trabajo como divulgador, sabrás apreciar más el cariño que le ha puesto al disco. Merece la pena darle una oportunidad porque puede que con esto, vengan más entregas en el futuro.

 

Discográfica: Autoeditado


Tracklist

  1. Lord of the Wolves
  2. Through the Realms of Death
  3. Black Wings
  4. Fire and Blood
  5. The Winter's Call
  6. The Potion
  7. Shadows in my Heart
  8. Stormrage
  9. Over the Sea and the Mist
  10. Halls of Gold
  11. Wise Man's Fear

 

Puntuación: 8/10


miércoles, 24 de julio de 2024

Kryptos - Decimator


A principios del mes de julio vio la luz Decimator, el séptimo álbum de estudio de Kryptos, banda establecida en Bangalore y que desde que pude verlos en directo en su gira por España se han convertido en una de las bandas de heavy metal que más he escuchado últimamente.

Formados en 1998, esta formación se caracterizan por su mezcla entre heavy, speed metal y thrash, publicando discos tan interesantes como Burn Up The Night (2016), Afterburner (2019) o Force of Danger (2021)

Su nueva entrega, producida por Jamie Elton y la propia banda, es una continuación de sus anteriores obras, manteniendo esa garra y ese peculiar sonido. Hay cambios en la formación, manteniéndose Nolan Lewis a la voz y guitarra y Rohit Chaturvedi a la guitarra solista y entrando JJ Tartaglia (Skull Fist) a la batería y Robin Utbult (ex Air Raid y actualmente en Vicious Rumors) al bajo, ambos como músicos de sesión.

No podían abrir el disco de mejor manera que con Sirens of Steel, tema poderoso con su inicio épico con guitarras dobles que dan paso a la velocidad y a un sonido clásico, deudor de bandas como Judas Priest o Iron Maiden, pero con ese toque más agresivo de bandas de speed o thrash que se acentúa con la rasgada voz de Nolan. El estribillo es simplemente genial, al igual que el solo o las líneas de bajo que le añaden más potencia sonora. Un inicio prometedor.

Fall to the Spectre’s Gaze es una de mis piezas favoritas del disco gracias a esas guitarras dobles que reparten riffs asesinos a diestro y siniestro y esa batería contundente. Nolan canta de forma más melódica acompañando a las citadas guitarras que son las líderes indiscutibles de la canción, que junto al solo se terminan de coronar. Un tema pegadizo y efectivo, que va directo al grano y que es carne de directo.

Turn up the Heat tiene unas guitarras que en su inicio se tornan hacia el hard rock para después disparar un riff muy de la escuela de Accept, bien acompañadas del bajo y batería, teniendo el primero mayor protagonismo marcando de fondo creando un muro sonoro impenetrable. Su estribillo, apoyado en los coros es de esos que no se olvidan y que convencen a la primera. Heavy metal en su vertiente más clásica.

Electrify no engaña con el título y nos ofrecen otra descarga de riffs e intensidad, con Nolan volviendo a mostrar sus registros más rasgados y con unas guitarras que vuelven a combinarse en los momentos clave, siendo de nuevo una de las bazas de Kryptos. Mención aparte al solo de Rohit, que es otra maravilla.

La instrumental Solaris sirve para bajar las revoluciones, un pequeño oasis en el desierto que nos relaja con las guitarras acústicas y meternos de lleno en la atmósfera que va a dar paso a la propia Decimator, una epopeya épica de puro heavy metal, con las guitarras más afiladas que nunca, un bajo que saca músculo y la batería que aumenta la pegada, ofreciéndonos un auténtico trallazo de heavy metal con esteroides, donde Nolan vuelve a regurgitar sus registros más agresivos. La parte final, con esa orgía de guitarras me parece simplemente sublime, siendo otro de esos cortes que resumen perfectamente la identidad de Kryptos y que es otra de sus canciones insignia del álbum.

In the Shadow of the Blade es un retorno a ese heavy metal más ochentero, con guitarras dobles, riffs clásicos y esa innegable influencia de Iron Maiden en ciertas melodías de guitarra, acelerándose en el estribillo y haciendo que la batería tome las riendas, dejando a las guitarras tiempo para calentarse y explotar en otro alarde de calidad en los solos. Posiblemente el mejor trabajo de Tartaglia en el disco y que cierran de forma genial.

Pathfinder es otro guiño a los germanos Accept, de quienes también Kryptos han bebido bastante de su fórmula, quedándose con lo mejor de cada uno. Una pieza más contundente, donde la base rítmica gana mucho peso y las guitarras muestran unas melodías muy elaboradas.

Cierran con We Are the Night, el tema más largo del disco (poco más de 4 minutos) con guitarras dobles que van entre lo épico y solemne a esas pequeñas pinceladas de hard rock, mostrando melodías muy eficaces y riffs monolíticos, siendo la canción más pegajosa del disco, cosa que no es nada malo, al contrario, dan un final más festivo y coreable en donde en poco más de media hora logran hacernos disfrutar de su propuesta tan efectiva.

Kryptos nos vuelven a dar otro trabajo notable y lleno de buenas canciones. Un álbum corto pero directo y que no necesita temas de relleno ni añadidos para convencer. Ya estoy esperando con impaciencia a que vuelvan de gira por estos lares y si no habéis tenido ocasión de verlos en directo, os lo recomiendo muchísimo.

Discográfica: AFM Records

 

Formación

  • Nolan Lewis - Guitarra, voz
  • Rohit Chaturvedi - Guitarra
  • Robin Utbult - Bajo
  • JJ Tartaglia - Batería


Tracklist

  1. Sirens of Steel
  2. Fall to the Spectre’s Gaze
  3. Turn Up the Heat
  4. Electrify
  5. Solaris
  6. Decimator
  7. In the Shadow of the Blade
  8. Pathfinder
  9. We Are the Night

 

Puntuación: 8/10

 

Holycide - Towards Idiocracy


Holycide están de vuelta con su tercer trabajo discográfico Towards Idiocracy. Esta banda, creada por Dave Rotten (Avulsed) y Vicente Payá (Golgotha) practica un thrash metal directo y agresivo con letras con dura crítica social y política.

Si bien la banda ha sufrido diferentes cambios en su formación, actualmente, además de Rotten a la voz y Payá al bajo, la completan Salva Esteban y Ancor Ramírez a las guitarras y Gog a la batería. 

El disco ha sido producido por el propio Payá. Algo que siempre me fascina de Holycide son sus portadas, realizada esta vez por Daemorph Art, quien ya se encargó de hacer la del EP Bazookiller del pasado año.

Así, en esta tercera entrega vamos a encontrarnos con un thrash metal de corte clásico fuertemente influenciado en bandas pilares del género como Slayer, Exodus o Sodom, donde la voz de Dave Rotten logra transmitir esa rabia acompañada de riffs tremendamente endiablados.

La primera descarga es A.I. Supremacy, donde hacen una crítica a las inteligencias artificiales que tan rápidamente están tomando protagonismo en nuestras vidas. Musicalmente es acelerada, con riffs cortantes y que tiene ese aroma al thrash metal clásico de los 80 y principios de los 90. Los solos son muy eficaces y técnicos y estamos ante un inicio que ya nos deja bien claro que Holycide vienen a no dejar prisioneros.

La propia Towards Idiocracy se muestra más variada en su estructura, con riffs oscuros más elaborados y cambios de intensidad muy bien conectados, con esa dura crítica a la sociedad actual que se vuelve cada vez más ignorante, con un Rotten que parece escupir cada palabra con bilis y unos solos que de nuevo vuelven a resaltar, mostrando la tremenda labor del dúo guitarrístico.

Remote Control contiene unos riffs más densos y que logran quedarse fácilmente en la memoria, destacando en este corte al bajo y batería, siendo más dominantes en ciertos puntos. Encontramos unas partes melódicas en los solos, que dan cierta tregua y muestran que Holycide son capaces de combinar muy bien agresividad y melodía.

Lie is the New Truth es una dura crítica contra las fake news y la actual política. Vuelve esa agresividad tanto a la voz como a esos riffs que son demoledores. Una pieza acelerada y desbocada donde las líneas de bajo y los solos tienen momentos para brillar.

Power Corrupt va directa sin paliativos a machacar nuestras cervicales. Batería que es una apisonadora (excelente trabajo de Gog) mientras que las guitarras van haciendo desfilar el riff principal. Sencilla pero eficaz y con un estribillo que es fácil de acompañar en directo.

Technophobia vuelve a abordar el tema de la dependencia tecnológica en la que vivimos. Los solos, el riff tremendamente arrollador y los coros en el estribillo son lo más a destacar en una de las canciones más destacables del disco.

El grito inicial en Angry for Nothing, junto a las guitarras pesadas nos ofrece un corte algo más denso, donde el estribillo pegadizo destaca y encontramos momentos donde la sección rítmica nos pasa por encima. Uno de los temas algo diferentes al resto pero que con cada escucha logra ganar puntos.

En los discos de Holycide nunca falta una versión de alguna banda mítica del thrash metal, para este álbum los elegidos han sido los norteamericanos Atrophy y su canción Chemical Dependency, la cual interpretan de manera bastante similar a la original.

Pleased to be Deceiver es otro tema de thrash metal old school, con momentos donde el bajo de Vicente Payá tiene protagonismo y Rotten vuelve a mostrar sus registros más desgarrados. El solo de guitarra me parece uno de los mejores del disco y el estribillo termina de culminar un corte bastante potente y duro.

Como colofón tenemos Flamethrower 'Em All, con ese guiño al primer disco de Metallica, siendo un tema más macarra, con momentos melódicos, un riff hipnótico y cambios de ritmo muy bien implementados, siendo otro de mis momentos favoritos del álbum que cierra de manera muy correcta.

Este tercer trabajo de Holycide es un paso más para asentarlos en el thrash metal clásico, siendo un disco que tiene buena ejecución, letras comprometidas y sociales, buenas ideas y esa clara inspiración en la época dorada del género pero sin caer en tópicos o refritos. Un gran álbum que hace que la banda pueda estar ya dentro de los referentes del thrash metal nacional.

Discográfica: Xtreem Music

 

Formación

  • Dave Rotten - Voz
  • Salva Esteban - Guitarra
  • Ancor Ramírez - Guitarra
  • Vicente Payá - Bajo
  • Gog - Batería 


Tracklist

  1. A.I. Supremacy
  2. Towards Idiocracy
  3. Remote Control
  4. Lie is the New Truth
  5. Power Corrupts
  6. Technophobia
  7. Angry for Nothing
  8. Chemical Dependency
  9. Pleased to be Deceived
  10. Flamethrower 'Em All

 

Puntuación: 8/10


martes, 11 de junio de 2024

Accept - Humanoid


Lo de Accept es digno de estudio. La banda alemana fue durante los 80 una institución dentro del heavy metal, creando un sonido propio y escuela. En los 90, como a casi todas las grandes formaciones del género, le llegó su momento bajo llegando a su separación. Tras idas y venidas, finalmente en 2009 se reúnen, con un nuevo vocalista bajo la escéptica mirada de sus seguidores. Pero lograron callar bocas publicando álbumes de grandísima calidad y haciendo que Mark Tornillo se convirtiera en el salvavidas de unos Accept que desde entonces están viviendo una segunda juventud.

Pero tras tantos años con esta nueva etapa, finalmente su impacto ha ido rebajándose. No ha ayudado la marcha del mítico Peter Baltes, quien además, ha vuelto con Udo Dirkschneider para hacerle la competencia a la banda "original" y publicar un disco brutal y el hecho de que Wolf Hoffmann lleve años siendo la única cabeza pensante de Accept. Si bien Too Mean To Die me pareció un álbum notable, llevan ya varios trabajos cayendo en la repetición, haciendo que cada nuevo disco pierdan ese impacto inicial que nos dieron.

Ahora, con Humanoid, parece que la banda ya muestra claros signos de estancamiento en muchos niveles, dándonos un trabajo que sin ser malo, llega a pecar de previsible y monótono. Producido, mezclado y masterizado por el gran Andy Sneap, no vamos a encontrar pegas en ese aspecto. Tampoco con la portada, obra del artista Gyula Havancsák quien ya ha trabajado anteriormente con los alemanes y otras formaciones como Angelus Apatrida, Burning Witches, Annihilator o Destruction por poner algunos ejemplos, donde encontramos ese guiño a su mítico álbum Metal Heart, compartiendo algo del concepto ambos discos.

Pasando a las canciones, Diving Into Sin da inicio con una intro de tintes orientales y cogiéndonos de la mano con un riff marca de la casa que claramente nos indica que esto es Accept, con un tornillo que sigue en un estado vocal indiscutible y una sección rítmica potente. Puede que se eche de menos al bueno de Baltes, pero Martin Motnik hace un gran trabajo, al igual que Christopher Williams a la batería. No va a faltar ese guiño de Hoffmann a la música clásica en su solo, algo que para algunos será su seña de identidad, para otros, un recurso manido a estas alturas.

Es la propia Humanoid la que irrumpe, volviendo a esta temática de la tecnología dominando nuestra sociedad, más ahora con el tema de la inteligencias artificiales, aunque hay que decir que la banda ya ha recurrido muchas veces a este tipo de letras y no es nada nuevo. Llegan esos coros que son también una identidad de la banda, y un estribillo pegadizo y fácil, aunque no es una mala canción, se nota el piloto automático en ciertos momentos.

Y hablando de piloto automático, Frankenstein me parece el corte más insulso del disco. Una letra bastante floja, coros poco inspirados, estribillo poco trabajado... se salva la interpretación de Tornillo, que exprime hasta el límite sus registros altos y las guitarras, que logran impregnar de potencia todos los huecos y darnos solos y riffs sólidos.

Man Up por su parte, nos lleva al terreno del hard rock, donde beben del sonido de AC/DC (y no será la primera vez en este disco), siendo una banda que ha influido fuertemente en el sonido de Accept. Aquí se vuelve a destacar el trabajo de la sección rítmica, el resto me parece bastante flojo, con un Tornillo correcto, pero sin más, queriendo parecerse a Brian Johnson en algunos momentos y las guitarras muy básicas y en segundo plano, donde apenas logran sobresalir en los solos.

El heavy metal oscuro y potente regresa con The Reckoning, siendo una de las mejores piezas del disco, donde parece que la banda resucita y van a por todas a lo que mejor saben hacer. Un Tornillo agresivo se desata mientras un inconfundible riff va cortando el aire, todo ello acompañado por un bajo demoledor y una batería atronadora, todo coronado por unos solos más que convincentes. Un tema que me recuerda a otros como Die by the Sword o Pandemic y que funciona a pesar de repetir un poco la fórmula.

Nobody Gets Out Alive es otro inciso en el hard rock más despreocupado y ligero, pero con mejor resultado que con Man Up, teniendo algo de personalidad y un mejor estribillo. Una pieza que se deja escuchar y que impregna de optimismo el ambiente.

Ravages Of Time vendría a ser la balada del disco, aunque con algo más de testosterona. Me recuerda mucho a Amamos la Vida del disco Objection Overruled de 1993. Tornillo hace una sentida interpretación y hay momentos a la guitarra muy acertados, pero por lo demás, un corte aburrido y con el cual no logro conectar, volviendo de nuevo al problema de que este disco utiliza fórmulas de discos pasados, donde en algunas ocasiones funciona y en otras, como esta, fracasa.

Por suerte Unbreakable consigue levantar un poco el desánimo con otro tema de heavy metal que es Accept al 100%, con un estribillo que logra funcionar y donde las guitarras toman el control, haciendo que el combo Wolf Hoffmann/Uwe Lulis hagan su mejor participación de todo el disco, complementándose a la perfección, todo ello con un Mark Tornillo desatado.

Mind Games logra resaltar por la batería, que parece llevar el timón en toda la composición, bien acompañada de un melódico Hoffmann que va capitaneando con la guitarra y un bajo que sirve de muro sonoro. Quizás pasa algo desapercibida a estas alturas del disco, pero consigue enganchar con su propuesta y donde nuevamente los solos y melodías son las ganadoras.

Straight Up Jack repite la jugada de imitar a AC/DC, tornando su sonido rockero y macarra, donde la letra y el estribillo podría ser perfectamente uno sacado de un disco de la banda australiana. Sin parecerme una mala canción, ya que es bastante pegadiza, se sale un poco de lo que Accept suelen darnos. El solo es bastante juguetón y Tornillo parece disfrutar con este tipo de registros. Una pieza que se sale un poco del guión y que logra llamar la atención.

Para finalizar tenemos Southside of Hell, que sorprende verla cerrando el disco, siendo un corte que habiéndola posicionado en la parte alta, habría otorgado más empuje al trabajo, que cojea en algunos momentos. Es una auténtica apisonadora, con esa batería que en todo el álbum hace un trabajo más que notable, y unas guitarras que van a dar todo lo que tienen y mostrar el virtuosismo de sus dos hachas, donde Hoffmann vuelve a sacar pecho y reclamar su puesto como uno de los grandes del género. Motnik aquí defiende su puesto con uñas y dientes y cómo no, Tornillo nos da sus registros más agudos y rabiosos para cerrar con fuerza. Así sí.

Humanoid es un disco con altibajos, donde se nota que esta nueva etapa de Accept lleva ya tiempo arrastrando cierta repetición y recurren a fórmulas de pasados discos donde unas funcionan y otras llegan a medio gas. Un álbum correcto, cumplidor, que sirve para que la banda tenga excusa para girar y estar en festivales, pero que no va a ser recordado como uno de sus mejores discos. Aún así merece la pena su escucha, no en vano siguen siendo una de las bandas de heavy metal clásicas en mejor estado de forma.

Discográfica: Napalm Records

 

Formación

  • Mark Tornillo - Voz
  • Wolf Hoffmann - Guitarra
  • Uwe Lulis - Guitarra
  • Martin Motnik - Bajo
  • Christopher Williams - Batería


Tracklist

  1. Diving Into Sin
  2. Humanoid
  3. Frankenstein
  4. Man Up
  5. The Reckoning
  6. Nobody Gets Out Alive
  7. Ravages of Time
  8. Unbreakable
  9. Mind Games
  10. Straight Up Jack
  11. Southside of Hell

 

Puntuación: 7/10

 

martes, 4 de junio de 2024

Double Horse - Diablerie


Los valencianos Double Horse publican su segundo trabajo Diablerie, bajo el sello alemán Kosmik Artifactz. Esta formación, creada en 2016 presenta un sonido stoner doom muy influenciado por bandas como Black Sabbath, Saint Vitus o Electric Wizard entre otras.

Su primer álbum, The Great Old Ones vio la luz en 2019, algo eclipsado por la pandemia y al que apenas pudieron darle una presentación como es debido. Aún así llamó la atención de los amantes de este tipo de sonido. Esta segunda entrega es, bajo mi opinión, una mejoría respecto al anterior, con más matices y con mejor producción. A eso hay que sumarle cambios en la formación, con la entrada de Francisco al bajo y la inclusión de Víctor como teclista, el cual añade unos arreglos que sientan muy bien a su sonido. El resto de la banda mantiene su alineación, con Indio a la guitarra y Guille a la voz y batería.

Junto a ese sonido oscuro y psicodélico hay que añadir letras que nos hablan de películas de terror de cine de serie B, asesinos en serie, ritos ocultistas y erotismo, una combinación perfecta y que sienta como un guante a su propuesta.

Como prueba, el primero de sus temas, The Last House on the Left, basada en la película de mismo nombre de 1972 dirigida por Wes Craven donde incluso se incluyen partes del propio film. Musicalmente abre con una intro muy inspirada en los propios Black Sabbath, con teclados psicodélicos al fondo mientras la guitarra arrastra un riff pesado bien acompañado por la sección rítmica, para luego desarrollar un corte denso donde las líneas de bajo te pasan por encima y la guitarra continúa explotando esos riffs ocultistas. La voz de Guille es perfecta para este tipo de sonido, quedando algo tapada en ciertos momentos, pero que logra transmitir y encajar en esa atmósfera opresiva y densa. Encontramos partes de teclado muy bien ejecutadas y que sientan muy bien a la propuesta de Double Horse, insistiendo que su incorporación suma mucho a su sonido.

Blind Dead mantiene ese ambiente tétrico, otorgando más protagonismo al teclado y a la poderosa sección rítmica, donde batería y bajo se adueñan de ciertos segmentos. El solo de guitarra es increíble y uno de los cortes más densos del disco, siendo también el más breve con 5 minutos de duración.

Castle Crypt por su parte es más heavy en su estructura y más acelerada, retomando la temática ocultista y de rituales y donde se nos invita a unirnos a ellos. Es una de mis canciones favoritas de este trabajo, donde no hay que dejar de resaltar ese riff monolítico y crudo, muy bien acompañado por el bajo y una pegada de la batería muy notable. La parte instrumental pasando la mitad del tema es una auténtica pasada, mostrando que el cuarteto dominan a la perfección sus instrumentos y que conocen bien el género, sabiendo transmitir ese ambiente tétrico.

Llegamos al ecuador del disco con Lady Bathory, donde se vuelve a explorar la figura de este personaje histórico y una de las asesinas en serie más sanguinarias de la historia. Es posiblemente su pieza más psicodélica, donde la guitarra logra hipnotizarnos con sus solos, dejando que el teclado sirva de colchón para incorporar arreglos que refuerzan esa ambientación. En su recta final vuelven a ponerse en modo Black Sabbath para cerrar la canción con maestría.

Rotting Corpses recupera esa densidad sonora, presentando un riff de guitarra repetitivo y machacón que me encanta, con la voz de Guille sobresaliendo en su interpretación y a su vez dejando una buena impronta a la batería. Tampoco obviar al bajo, que vuelve a tener su importancia en ciertos momentos y marcando territorio cuando lo requiere.

Para terminar Lucifer's Child nos presenta un sonido más stoner, con ese riff clásico del estilo acompañado por la voz y el bajo, siendo algo más monótono en su estructura pero que funciona bien, sonando como una apisonadora y dándonos un final apoteósico.

Double Horse han conseguido con Diablerie dar un salto de calidad y brindarnos un álbum que en poco más de media hora nos arrastran hacia una vorágine de stoner doom bien ejecutado, con buenas ideas y que es un regalo para todo aquel que se identifique como seguidor de este género. Dadles una oportunidad porque tanto en estudio como en directo, son una experiencia sonora muy recomendable.

Discográfica: Kosmik Artifactz

 

Formación

  • Guille - Voz, batería
  • Indio - Guitarra
  • Francisco - Bajo
  • Víctor - Teclado 


Tracklist

  1. The Last House on the Left
  2. Blind Dead
  3. Castle Crypt
  4. Lady Bathory
  5. Rotting Corpses
  6. Lucifer's Child 

 

Puntuación: 8/10


viernes, 31 de mayo de 2024

Vhäldemar - Sactuary Of death



Si hay una banda nacional de la que siempre espero que su disco no defraude, esos son Vhäldemar. Y es una confianza que se han ganado a pulso con los años. Llevan en activo desde 1999 y desde 2002 publicando trabajos que son impecables. Su perfecta mezcla de heavy metal clásico con toques de power metal europeo los han convertido en un referente en la escena nacional, logrando traspasar fronteras y hacerse escuchar en otros países.

Tras el potente Straight to Hell de 2020, vuelven a la carga con Sanctuary of Death, grabado de nuevo en Chromacity Studios bajo la supervisión del guitarrista Pedro J. Monge. La formación se mantiene respecto al disco anterior con el citado Pedro a la guitarra, Carlos Escudero a la voz, Raúl Serrano al bajo, Jandro Tukutake a la batería y Jonkol Tera a los teclados.

El álbum abre con Devil's Child, la cual ya adelantaron antes del lanzamiento del disco y que lo tiene todo para ser un himno de Vhäldemar, con ese inicio frenético de batería, la melodía de guitarra, el doble bombo y los teclados aportando partes épicas. La inconfudible voz de Carlos Escudero termina de coronar este temazo que recuerda a Gamma Ray en sus mejores años. Un corte más enfocado en el power metal más tradicional que su estribillo lo eleva a la categoría de clásico. Una de esas canciones que puedes escuchar en bucle sin cansarte. Primer golpe en la mesa de la banda que empiezan dándolo todo.

Dreambreaker no se queda atrás y mantiene la potencia sonora y la velocidad, con un Pedro desatado a las seis cuerdas (menudo guitarrista, merece más reconocimiento) y Carlos totalmente entregado a las voces mientras la sección rítmica los apoyan con todo. Una pieza algo más heavy, cercana a Manowar (otro de los referentes de los de Barakaldo) donde el duelo entre la guitarra y el teclado alternándose los solos es una auténtica delicia sonora. Cuentan con otro estribillo explosivo y otra canción ganadora.

Deathwalker es una de las sorpresas del álbum. Más oscura, melódica y épica, dejan de lado la velocidad para brindarnos una atmósfera acorde a su letra, con Jonkol luciéndose a los teclados creando ese ambiente tenso que se acentúa con las guitarras tétricas y el desgarrador grito de Carlos. Un inicio que pone los pelos de punta y nos da una pieza ideal para cerrar los ojos y dejarse llevar. Un tema más agresivo y oscuro que les sienta como un guante, pudiendo dejarnos momentos más densos en la sección rítmica y otro solo estratosférico de Pedro, el cual debería estar ya entre los mejores guitarristas del país, ya que tiene un don para los solos y las melodías. Quizás una canción algo diferente a lo que nos tienen acostumbrados pero con la que me han ganado y que puedo escuchar una y otra vez.

Llegamos al tema homónimo con el cual saben mezclar perfectamente el heavy metal épico con el power metal clásico. Otro estribillo que suena a himno, gran competencia instrumental y de nuevo ese duelo entre pedro y Jonkol donde guitarra y teclado brillan en cada solo haciendo que el tema termine de encumbrarse.

Forevermore cambia las tornas e inicia con unos teclados cristalinos, dando paso a una canción más calmada donde predomina más el sentimiento que impregna Carlos a la voz y la solemnidad plasmada en la letra, honrando al guerrero que deja el campo de batalla para ascender a los cielos. Encuentro ciertas reminiscencias a los primeros Dark Moor en el tratamiento de los teclados y la guitarra, dejándonos con un power metal que desprende calidad y feeling en todos sus poros.

Llega el turno de Heavy Metal, donde Vhäldemar hacen un canto a esta música que tantas pasiones mueve, y lo hacen como ellos mejor saben, con un corte épico, melódico y que es un himno desde su primer acorde. Así, haciendo referencia al cuero, los puños en alto y al sonido alto, nos brindan una canción donde se vuelve a hacer más que evidente las influencias de Manowar. El solo de Pedro vuelve a dejar marca y lo único que puedo decir es que estoy deseando escucharla en directo para levantar los cuernos y dejarme llevar. El álbum está lleno de himnos y éste posiblemente sea el más evidente. El tema más corto pero el que va directo al grano.

Ahora llega otros de los puntos álgidos del disco, y es que no hay trabajo de Vhäldemar que se precie sin una nueva entrega de la saga Old King's Visions, siendo esta la séptima, acorde con su séptimo lanzamiento. En esta ocasión estamos ante un desfile de epicidad donde el power metal más solemne hace acto de presencia. Guitarras que cabalgan de fondo, una sección rítmica imparable con un doble bombo atronador, un Carlos que deja claro que es un titán vocal y unas melodías a la guitarra que son puro oro. Por tercera vez, llega ese pique entre guitarra y teclados, donde en esta ocasión hay que darle la victoria a Jonkol por el uso de influencias neoclásicas y sus supersónicos solos. Ojo también al breve solo de batería. Una de esas canciones que te pasan por encima y que asombran y emocionan. Vhäldemar en estado puro.

Journey to the Unknown es la perfecta unión entre melodía y potencia, con esa épica que nunca falta en sus composiciones. Power metal agresivo y musculado donde hay que resaltar a un Carlos más desatado y el excelente trabajo de Raúl y Jandro que con su combinación logran resaltar y darle potencia a la canción que se encumbra con otro gran solo de Pedro. 

Brothers es otra sorpresa dentro del disco al encontrarnos que el bajista Raúl toma las riendas a las voces como ya hizo en el anterior trabajo, ofreciendo un corte más enfocado al heavy clásico más parecido al de Dio o incluso con ciertas influencias del hard rock melódico. Un agradable y curioso cambio en el sonido que no les sienta mal, dejando brillar las capacidades vocales de Raúl y donde Jonkol también gana cierto reconocimiento con los teclados, siendo una composición que recuerda a trabajos clásicos del gran Yngwie Malmsteen, con Pedro jugando a imitar el estilo del guitarrista sueco. Un tema diferente y que convence.

The Rebel's Law nos devuelve a los Vhäldemar más tradicionales, con ese power metal europeo, siendo su inicio una inconfundible influencia de bandas como Helloween, Gamma Ray o Masterplan. Su letra nos devuelve a esa esencia true metal hablando de heavy metal, libertad y rebeldía y donde el solo de guitarra es una verdadera pasada. Vuelvo a incidir en que Pedro J. Monge debería figurar entre los mejores guitarristas de este país. Su trabajo está a un nivel superior y este disco es la prueba de ello. Un verdadero titán de la guitarra. Precisamente es el último corte, la instrumental The Last Flame donde el guitarrista se luce. Tras la intro de piano, elegante y calmada, donde Jonkol también destaca, irrumpe Pedro para darnos una lección magistral y regalarnos un solo donde hay melodía, velocidad, pasión... un cierre perfecto para un disco que vuelve a poner a Vhäldemar en la cima del power metal en Europa.

El séptimo trabajo de Vhäldemar es otra obra maestra dentro del heavy y el power metal. Un disco que desde su inicio hasta el final no da tregua y nos muestra las capacidades compositivas de una banda que con cada trabajo logran posicionarse y ganar el reconocimiento del público. Un claro competidor al disco del año dentro del metal nacional y dentro del power metal a nivel internacional. Como decía al principio de la reseña, no defraudan.

Discográfica: MDD Records

 

Formación

  • Carlos Escudero - Voz
  • Pedro J. Monge - Guitarra
  • Raúl Serrano - Bajo
  • Jandro Tukutake - Batería
  • Jonkol Tera - Teclado


Tracklist

  1. Devil´s Child
  2. Dreambreaker
  3. Deathwalker
  4. Sanctuary of Death
  5. Forevermore
  6. Heavy Metal
  7. Old King´s Visions (Part VII)
  8. Journey to the Unknown
  9. Brothers
  10. The Rebel´s Law
  11. The Last Flame

 

Puntuación: 9/10

 

miércoles, 29 de mayo de 2024

Cartel del Rock Arena 2024

La organización del Rock Arena muestran el cartel de su próxima edición, que se celebrará el próximo 20 de julio en el Recinto Teatro Cardenal Belluga en San Fulgencio, Alicante, con entrada gratuita.

Las bandas participantes son

  • OBÚS
  • O'FUNKILLO
  • ANKHARA
  • OPERA MAGNA
  • DAERIA
  • DHALIAX
  • ELISABELTH