Llega a nuestras manos el primer trabajo de Theragon, banda valenciana que con su power metal quieren reivindicar un género que aunque tuvo su mayor apogeo a finales de los 90 y principios de la década pasada, todavía sigue muy vivo.
Pese a ser un álbum debut, esta joven formación ha sabido sacar un trabajo muy sólido donde además nos cuentan una historia la cual van desarrollando a lo largo de 9 canciones y la cual nos trasporta a este mundo mágico que es Theragon, por lo que ya se intuye que estamos ante un álbum complejo y lleno de matices, algo que comprobamos ya en la propia portada o en las propias influencias de la banda, de las cuales hablaremos más adelante.
El álbum abre con The Prophecy , una breve introducción instrumental muy cinematográfica que nos mete de lleno en este mundo de fantasía de manera muy épica para dar paso a la propia Theragon, canción la cual tras darle un par de escuchas rápidamente me ha venido un nombre a la cabeza: Avantasia. La banda se nota de qué fuentes bebe y sus influencias, y este primer corte comparte los mismos esquemas que la banda de Tobias Sammet, más en concreto de sus dos primeros trabajos. Es por tanto un tema donde encontramos teclados barrocos, voz aguda, coros épicos y un estribillo pegadizo y que es la esencia de la canción. En resumen, power metal trabajado y operístico que a los seguidores de Avantasia les hará regresar a aquellos gloriosos The Metal Opera.
Pasamos a Blazeborn, una pieza más directa y menos opulenta con mayor protagonismo de las guitarras donde encontramos una onda más "happy" al estilo de Helloween, Gamma Ray o Freedom Call, en especial en el estribillo. No falta el doble bombo y la voz de Ferrán Quiles, el vocalista, la cual va cambiando sus registros para adaptarse a las diferentes tesituras del tema y recordando el ciertos momentos a Kai Hansen mostrando otra vez cuáles son las influencias del grupo y el camino que quieren tomar. Tampoco hay que pasar por alto el solo de guitarra por parte de Alejandro Ibáñez.
Si antes he mencionado a Avantasia como una gran influencia de Theragon, la otra sería indiscutiblemente Rhapsody (en cualquiera de sus múltiples versiones), los reyes del power metal épico y en The Eternal War se aprecian claras pinceladas que recuerdan a la formación italiana, con líneas vocales similares, coros, estribillo marcial o teclados que crean melodías épicas, todo ello llevándolo naturalmente a su terreno haciendo que la canción, pese a la enorme influencia, suene suya. A destacar esos pasajes instrumentales épicos y solemnes a la par que oscuros, siendo una de mis piezas favoritas del disco.
Fire Blood tiene un inicio al piano que tras unos segundos pasamos a otro corte que es 100% power metal, con el teclado dominando el tema (gran trabajo de Héctor Palanca) junto a unas guitarras más pesadas mientras el doble bombo reparte caña. La banda sigue mostrando su potencial con Ferrán pasando de tonos agudos a otros más cristalinos. No faltan los coros que añaden peso a la canción y un potente estribillo. Encontramos un cambio de ritmo donde pasamos a un plano más calmado y místico con los teclados creando un colchón sonoro para que la voz se luzca para más tarde regresar al estribillo y cerrar el tema.
As The Wind cuenta con el total protagonismo del teclado, sonando más alegre. Un medio tiempo donde en momentos sobresalen el bajo y la batería (Gran labor aquí la de Enrique García y Joan Andreu Quiles) y en especial el estribillo que al escucharlo me ha transportado a esos años dorados del power metal recordándome a bandas de la época como Stratovarius, e incluso el solo de guitarra me recuerda levemente al estilo de Timo Tolki. Aquí Ferrán llega a sus límites con el timbre agudo creando un himno para la banda.
Am I es la balada del álbum, donde aparecen unos teclados más cristalinos en segundo plano mientras las guitarras cabalgan y con Ferrán mostrando su tonalidad más teatral, junto a una base rítmica contundente y un estribillo suave, haciendo que pese a ser una balada, en ciertos momentos suene poderosa y con cierto gancho.
Es con Drunk Dwarf Inn donde Theragon cambian su sonido levemente para pasarse al folk metal y brindarnos una canción festiva y desenfadada al más puro estilo de Alestorm o incluso Korpiklaani, con la incorporación de un acordeón, teclados por doquier y como no podía ser menos, un estribillo coreable y bailable, ideal para los directos y para noches festivas donde no para de correr la cerveza.
En un disco de estas características no podía faltar un corte más ambicioso, trabajado y épico y es lo que encontramos en Talisman Of Tears, con sus más de 10 minutos de duración y donde se conjugan todos los elementos que Theragon han ido presentando a lo largo del trabajo. Comienza con una pequeña introducción acústica y folclórica, muy al estilo de Blind Guardian con aparición de guitarras limpias y melódicas hasta llegar a la parte en que despiertan las guitarras cabalgantes junto a un teclado épico para volver a ese ambiente tan Rhapsody que nos impregna de valor y nos anima. Pasamos luego a una parte más teatral, con teclados barrocos, parte narrada y guitarras oscuras que nos meten de pleno en la atmósfera de la historia, siendo la parte más caótica de la canción. Tampoco falta un momento para que se luzcan bajo y batería en solitario, donde se van uniendo el resto de instrumentos y seguidamente dejar unos segundos de silencio e incertidumbre para cambiar totalmente el tono y pasar a una parte únicamente con voz y piano, triste y cargada de feeling para después retomar la estructura anterior, la cual va in crecendo hasta llegar al poderoso estribillo, con el doble bombo desatado, coros épicos y una última narración que nos va guiando hacia el final de la historia y de la canción con un final que tiene nuevamente ese toque tan Avantasia.
Como regalo nos ofrecen a modo de bonus track la versión del tema Never Gonna Give You Up, archiconocida canción de Rick Astley, la cual pasan por su filtro y cierran de manera curiosa y despreocupada su debut.
En conclusión el primer trabajo de Theragon nos enseña una banda que tiene un tremendo potencial, que no oculta sus influencias y de dónde vienen y que han logrado transportarme a esos años dorados del power metal y volverme a hacer sentir las mismas sensaciones de entonces. Los fanáticos del power metal ya pueden ponerlo en su lista de imprescindibles del 2020.
Discográfica: Art Gates Records
Formación
- Ferrán Quiles - Voz
- Alejandro Ibáñez - Guitarra
- Enrique García - Bajo
- Joan Andreu Quiles - Batería
- Héctor Palanca - Teclados
Tracklist
- The Prophecy
- Blazeborn
- Theragon
- The Eternal War
- Fire Blood
- Am I
- Drunk Dwarf Inn
- Talisman Of Tears
- Never Gonna Give You Up
Puntuación: 8/10
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